Wayne Rooney ha pedido a sir Alex Ferguson y al Manchester United que facilite su salida, aunque el club inglés se opone y ha intentado convencerle de que se quede en Old Trafford. Parece que la decisión del delantero inglés es innegociable y firme según revelaron ayer los medios ingleses. También influye que su relación con David Moyes, nuevo técnico del United, no es muy cordial, a pesar de que fue quien le dio la oportunidad de debutar en la Premier con 16 años, en las filas del Everton.

"Lo rechazamos. Yo creo que él debería pensarlo mejor. Está enfadado porque fue sustituido alguna vez esta temporada y no ha jugado tanto como le gustaría", dijo el domingo Alex Ferguson sobre la situación de Rooney. El escocés, en el día de su despedida como técnico del United, terminó diciendo que la decisión final la tomarán el jugador y Moyes en cuanto el nuevo entrenador tome posesión de su puesto.

Así las cosas, ayer en Inglaterra aseguraban que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se ha reunido en secreto durante las últimas semanas con el director ejecutivo del United, David Gill, para negociar el traspaso del jugador que siempre fue uno de los que más han sonado en el entorno blanco.

El Madrid estaría dispuesto a ofrecer hasta 40 millones de euros por un jugador que concluye su contrato en junio de 2015.