Al Celta le espera un tramo final de calendario de Liga muy desigual, debido a las fechas que están reservadas para los partidos de las selecciones nacionales y para la final de la Copa del Rey. Ayer se hizo oficial el horario de la visita del Barcelona a Balaídos. Será el sábado 30 de marzo, en plena Semana Santa, a partir de las 18.00 horas.

Las dificultades para el equipo de Abel Resino se centrarán en mayo, pues en el arranque de mes tendrá que disputar tres partidos de Liga en el plazo de una semana. La clasificación del Atlético de Madrid para la final de Copa -el 17 de mayo en el Bernabéu ante el Real Madrid- obliga a adelantar el partido de los rojiblancos en Vigo.

Así, el Celta recibirá en Balaídos al Athletic Club de Bilbao el 5 de mayo. Tres días después jugará de nuevo en casa ante el Atlético de Madrid, para cerrar esa agitada semana con un partido en Sevilla ante el Betis.

La fatiga acumulada en esos días por la plantilla celeste tendrá su recompensa con dos semanas y media sin competición oficial, que volverá a reanudarse para los de Abel Resino el miércoles 29 de mayo en Valladolid. Tres días después, el Celta cerrará la temporada en Balaídos ante el Espanyol.

Y después de enfrentarse mañana en Balaídos al Real Madrid (19.00 horas) y el viernes que viene al Deportivo en Riazor (21.45 horas), los célticos dispondrán de casi dos semanas para preparar el duelo con el Barcelona, que jugará en Vigo el 30 de marzo, a partir de las seis de la tarde. El conjunto azulgrana viajará a Galicia con el excéltico Pinto como portero titular, ante la sanción impuesta a Valdés tras su expulsión en el clásico.