El clásico gallego de la segunda vuelta se jugará un viernes a las nueve y media de la noche. La Liga anunció ayer que el Deportivo-Celta, correspondiente a la vigesimonovena jornada se celebrará el 15 de marzo en Riazor, a partir de las 21.30 horas. El horario no ha gustado en ambas ciudades, pues no permitirá que se produzca un desplazamiento tan numeroso y organizado como el que se realizado la temporada pasada en Segunda División. De hecho, tanto el club vigués como la federación de peñas se desentienden de la organización del traslado de los seguidores, en una jornada que será declarada de alto riesgo por los responsables policiales.

Para ese partido no se organizará la caravana de autobuses que cruce Galicia de sur a norte por la AP-9. Será difícil que se agoten las 868 entradas que el Deportivo ha puesto a disposición de los seguidores del Celta. El día y la hora, aparte de la negativa de las empresas de autobuses a realizar este servicio, ante los daños causados a la flota de vehículos que viajó el curso pasado a Riazor, no ayudan a que se repita el mismo ambiente que en la edición precedente del clásico gallego en A Coruña.

"El cincuenta por ciento de la gente que tenía previsto asistir al partido ya nos ha informado que renuncia a viajar. La gente ese día trabaja y no le da tiempo a trasladarse a Riazor a esas horas. Aunque creemos que, a pesar de este inconveniente horario, habrá mucha gente animando al Celta", sostiene José Méndez, presidente de la federación de peñas del Celta.

Este colectivo se desmarca de la venta de las entradas, al no poder organizar el viaje porque ninguna empresa quiere poner sus autobuses a disposición de la caravana celeste.

El Celta, por su parte, subrayó ayer que se mantendrá "al margen" de la organización de los viajes de sus aficionados a Riazor. Ahora falta por saber cómo se podrán adquirir las entradas que el Deportivo ha reservado para la afición rival.

"Como nosotros no organizamos el desplazamiento, tampoco nos hacemos cargo de las entradas. El problema que tenemos es que no encontramos empresas que nos hagan el viaje. Ahora mismo no disponemos de los autobuses. que nos lleven a Riazor en un viaje organizado. No tendrán problemas algunas peña que vayan por su cuenta, pero nosotros necesitamos diez o quince vehículos de la misma empresa, como pasó en la temporada anterior, que llevamos veintitrés. Por eso no nos hacemos cargo de nada y queremos que sea el club el que venda las entradas", reitera Méndez.

El clásico pasado en A Coruña, con ambos equipos luchando por el ascenso, estuvo marcado por los graves incidentes que se produjeron en las proximidades del estadio de Riazor: varios autobuses en los que viajaban los aficionados celestes fueron apedreados y sufrieron importantes desperfectos.

La directiva del Celta indica en el comunicado difundido ayer que "en breves días" se informará del procedimiento para la adquisición de las entradas que se reservarán para la afición viguesa, a la que le ha sentado mal la fecha y el horario del clásico.