Tres veranos atrás, Yoel Rodríguez (Vigo, 1988) y Sergio Álvarez (Catoira, 1986) tuvieron que disputarse la plaza de guardameta que quedaba libre en la primera plantilla del Celta. La pretemporada resultó dura y difícil para los dos canteranos. Antes de iniciarse la Liga, Eusebio Sacristán decidió quedarse con Yoel. Sergio tuvo que regresar al filial. En la campaña siguiente, la marcha de Falcón le permitió al arousano entrar en el equipo de Segunda División. Con ambos cancerberos, el Celta obtuvo el ascenso a la máxima categoría hace un mes. En las últimas semanas, el club negoció la cesión del sevillista Javi Varas, un veterano a punto de cumplir los 30, cuyo fichaje se anunciará oficialmente en unos días.

La situación vuelve a repetirse, Yoel y Sergio parecen condenados a anularse, no hay espacio para los dos. Uno sobra, pero todavía no quieren enfrentarse a la complicada situación. Prefieren refugiarse en el desconocimiento, en que nadie les ha informado de los planes del equipo para el año del regreso a Primera. Confían en sus posibilidades e intentan mantener la calma. Siguen soñando con debutar en la máxima categoría.

"No sé nada. En estos momentos trato de disfrutar de las pocas vacaciones que me quedan. Mi primer objetivo es continuar en el Celta y disfrutar del premio de jugar en Primera División que nos ganamos el año pasado en el campo", señala Sergio.

El portero de Catoira insiste en estar ajeno y completamente al margen de lo que se le viene encima él o a Yoel con el fichaje de Varas. "No quiero pensar en una posible cesión o traspaso porque mi objetivo sigue siendo quedarme en el Celta. En estos momentos, por mi cabeza no pasa otra cosa que seguir en el Celta y jugar en Primera División".

Sergio intenta que nada le altere el tiempo descanso estival, del que ahora disfruta junto a la familia y los amigos. "Estoy de vacaciones y prefiero desconectar. Cuando vuelva ya me enteraré de lo que sea. Ahora estoy disfrutando del descanso y me encuentro casi desconectado del fútbol".

Acostumbrado a superar las adversidades, Sergio ve claro el camino que ha de seguir: "Mi intención es pelear por conseguir jugar minutos en Primera División, lo que siempre quise". Y está dispuesto a regresar al trabajo con mayor motivación, si cabe. "Me reincorporaré al trabajo con más ganas que nunca para poder tener minutos en Primera".

Su compañero Yoel también procura mantenerse al margen del fichaje de un portero que les complicará la vida a uno de los dos. " Son cosas del club, no son cosas nuestras que llegue otro portero. Está claro que si fichan a otro, uno de los dos no seguirá en el equipo la próxima temporada. Es una decisión que tendrá que tomar el club", asume el guardameta vigués.

Yoel desconoce los planes del club cuando se incorpore Varas. Mantiene intactas las ilusiones de seguir en el equipo de toda la vida. "Me da igual que venga o no otro portero porque ascendí con este equipo y me gustaría seguir aquí". "Ahora mismo, los dos tenemos contrato en vigor y no se trata de pelear o no por un puesto. El club es el que toma las decisiones y no sé si nos quedaremos los dos o nos dirán que tiene que salir alguno. En ese sentido estoy muy tranquilo. ¿Por qué voy a estar intranquilo? Son cosas que no se me pasan por la cabeza. Mi equipo es el Celta y está claro que yo quiero quedarme aquí", recalca el futbolista del barrio de Coia.

Tampoco Yoel ha seguido las noticias sobre el fichaje de Varas –"me enteré a través de amigos"–, ni le ha preocupado lo más mínimo. "No me ha alterado las vacaciones, ni mucho menos. Como su compañero Sergio, el portero vigués sabe que hay que pagar un precio alto para estar en la élite: "Aquí siempre se trata de lo mismo: intentar ganarte un puesto en el equipo y estar ahí para hacerlo lo mejor posible".

Conviene Yoel que los jugadores deben estar al margen de las contrataciones que se realicen. "Son decisiones que toma el club y no debemos meternos en ello. Nuestro trabajo es jugar al fútbol, no estar pendientes de lo que haga falta o no en el equipo".

El canterano piensa que le avala su rendimiento en el terreno de juego. "Estoy satisfecho con la temporada que hice. Hasta que me lesioné creo que realice un buen trabajo y a mí me gustaría quedarme aquí. Estoy contento en Vigo, conseguimos el sueño que anhelábamos desde que éramos pequeños de llegar al primer equipo, que lo cogimos en Segunda y logramos llevarlo a Primera, que era otro de los sueños", reitera.

El fichaje del sevillano no le hará más duro el regreso a los entrenamientos ante la incertidumbre de si seguirá o no en el primer equipo. Yoel se declara un adicto a su trabajo y confiesa que por él no habría descanso. "Tenía tantas ganas de llegar a Primera que por mí no hubiese tenido vacaciones, quería que siguiese todo sin parar. Me encanta entrenar e incluso de vacaciones seguí trabajando", recalca uno de los dos porteros que se juega en un cara o cruz su continuidad en el Celta.