Derrota del Pilotes Posada en Huesca tras un encuentro digno de la máxima categoría del balonmano estatal y que se acabó decantando del lado aragonés. Obearagón Huesca derribó al Octavio Pilotes Posada, sumó dos nuevos puntos y se colocó como líder de la categoría cuando se cierra el primer tercio de la competición. Lo hizo siendo fiel al juego que tan buenos resultados le ha dado esta campaña, con una defensa inmensa, que se le atragantó a una primera línea gallega con arrobas de veteranía y calidad, pero que se enredó en la misma y cuyos lanzamientos se toparon en muchas ocasiones con un excepcional Jorge García Lloria, que fue protagonista contra el equipo de su ciudad.

Obearagón se llevó el duelo también porque fue capaz de atacar mejor que su rival, porque encontró soluciones colectivas e individuales para salvar la 6:0 y la 5:1 visitante y porque no cometió demasiadas pérdidas de balón, que ayer se pagaban muy caras. En definitiva, los oscenses se mostraron superiores en todos los campos pero Octavio vendió muy cara su derrota. Un verdadero partidazo.

Moledo y Polakovic lideraron al equipo visitante en un gran inicio de encuentro, con unas ventajas en el electrónico que invitaban al optimismo. Pero Obearagón reaccionó con celeridad, apoyado en su potente defensa. Una de las claves del encuentro fue el tramo final del primer periodo, cuando Obearagón se apoyaba en una portería inmensa para conseguir sacar contragolpes veloces. La rapidez en el juego de los altoaragoneses, una de sus señas de identidad, hizo que el marcador en el minuto 30 fuera un complicado 16-10. Las alternancias en la defensa de Octavio Pilotes en los primeros compases de la segunda mitad permitieron al conjunto gallego recortar las diferencias en el electrónico. Nolasco vio que el triunfo oscense corría peligro, y también buscó alternativas que le permitieron mantener siempre una renta entre los dos y los cuatro tantos.

Álvarez era la principal solución de los locales, bien apoyado por el balcánico Sladic. A medida que pasaban los minutos, el cansancio se fue notando más en un Octavio que perdió algunos balones determinantes.