Las horas de Jordi Figueras en el Celta están contadas. El club confirmó ayer que espera cerrar hoy mismo el traspaso del defensa central catalán al Rubí Kazán ruso, con el que existe un principio de acuerdo. El montante del traspaso ha sido pactado en 850.000 euros y el jugador, que multiplica por diez su sueldo, se comprometerá con el campeón de la liga rusa por las próximas tres campañas.

Miguel Torrecilla, director deportivo celeste, confirmó ayer que el cierre de la operación es inminente. "Estamos esperando que el Rubín Kazán dé el visto bueno a la documentación que le hemos remitido y nos la devuelvan para poder cerrar la operación, que dada la diferencia de hora que hay con Rusia, confiamos en que se cierre mañana [hoy para el lector]", explicó el ejecutivo celeste, que no prevé imprevistos. "No estamos todos los días vendiendo jugadores a Rusia pero no esperamos que haya problemas. Rubín tiene fama de ser un club serio y no creo que haya problemas porque el acuerdo está prácticamente cerrado. Quedan apenas unos pequeños flecos y no esperamos complicaciones", aseguró.

La venta de Jordi Figueras supondrá a las arcas del Celta unos ingresos de 850.000 euros, una cantidad nada despreciable si se considera que el defensa central llegó a Vigo libre la pasada campaña para reforzar el conjunto filial. Se lo trajo Alejandro Menéndez de la cantera del Real Madrid, aunque tanto Pepe Murcia, que lo hizo debutar en Tenerife, como sobre todo Eusebio Sacristán, que apostó por darle continuidad, han sido los que han puesto al jugador en el escaparate.

Con la venta de Jordi Figueras, el Celta se garantizaría casi la mitad del millón y medio de euros que el club debe ingresar por ventas para cumplir con el plan de viabilidad. No obstante, pierde a uno de sus defensas con mayor proyección y no va a ser fácil que encuentre sustitutos en el mercado que cobren menos de los 60.000 euros anuales que venía percibiendo el zaguero céltico.