El Ademar sufrió más de lo previsto en el guión ante el Pilotes Posada en un partido donde los rojillos se mostraron muy superiores en la primera parte y mantuvieron el tipo hasta que el equipo de Jordi Ribera reaccionó. El Pilotes acabó pagando las ausencias de Alonso, Costas y Kobin.

El equipo leonés comenzó muy bien el partido ante el equipo gallego y con un parcial de 3-0 inicial y sin capacidad de reacción de los vigueses todo parecía encarrilado en la vuelta a la competición tras el obligado descanso por el compromiso de las selecciones.

Los de Ribera tenían importantes bajas y afrontaban este partido con un Carou reconvertido a pivote tras la ausencia de Castresana y en principio esta baja y la de Prce no se dejaron notar sobre la pista en un partido que estaba controlado con un Bicanic encargado de marcar todo lo que lanzaba.

El Ademar comenzó a contagiarse del juego del rival hasta tal punto que se olvidó de defender y de atacar, algo que no pasó desapercibido en el Pilotes que con la ley del mínimo esfuerzo comenzó a remontar en el marcador y a creer en sus posibilidades.

De hecho, con un parcial de 2-7 cuando los vigueses perdían 9-6 dejaba en una preocupante situación a los leoneses que no eran capaces de reaccionar y veían cómo se iban al descanso con una desventaja de dos goles.

Ribera dio entrada a Alilovic en la portería y entonces apareció Buntic para comenzar a encarrilar un partido que apuntaba a sorpresa.

Con el paso de los minutos, el Ademar comenzó a centrarse, fortaleció una defensa inexistente y en diez minutos ya había recuperado el terreno perdido y con un parcial de 4-0 el partido comenzaba de nuevo.

Con el paso de los minutos, el Pilotes comenzó a pagar el esfuerzo realizado y lo cierto es que el equipo leonés tampoco tuvo que realizar un gran trabajo para sentenciar.