Hubo un tiempo no muy distante en el que el nombre del Celta infundía respeto entre los equipos españoles de Primera y en Segunda División. Pero esto pertenece al pasado. Ni el actual Celta impone la jerarquía que se supone a un club de su categoría, ni Balaídos produce miedo escénico a sus visitantes, que ven en el campo vigués terreno abonado para el éxito. “A Balaídos viene cualquiera a ganar. A principio de temporada dices La Romareda, San Sebastián, el campo del Hércules… va a ser difícil puntuar ahí. Y ahora viene cualquiera a Balaídos y gana, sube el cadete y nos puede ganar también”, admite, en un arranque de sinceridad, el medio centro asturiano Miguel Pérez Cuesta, Michu.

El centrocampista añade sobre el grupo de Eusebio que los problemas del Celta no se limitan al estadio vigués. “El equipo flojea en casa y fuera, no sé lo que pasa. Me parecería impensable ver desde fuera que el Celta de Vigo estuviera doce jornadas consecutivas sin ganar un partido”, destaca Michu, que apostilla: “No sé que pasa que el equipo no funciona. A ver si con el nuevo sistema la cosa cambia, nos hacemos fuertes atrás y podemos jugar a la contra. Ahora mismo lo importante es sumar puntos y acabar esto lo mejor posible”.

El medio centro celeste cree que tanto cambio de esquema y posición ha contribuido a aumentar la confusión de los jugadores. “Si intentas sacar el once tipo del Celta te va a resultar difícil, muchos jugadores juegan de diez a veinte partidos pero no sé qué puede pasar, cuando entra uno falla, cuando entra el otro falla también. Creo que es culpa de todos”, confiesa.

Michu reconoce que, tras la goleada recibida en Vallecas, el estado de ánimo del plantel tampoco es el ideal. “Si soy sincero, contra el Córdoba ganamos pero puede que no lo mereciéramos y en Vallecas, a los doce minutos, íbamos perdiendo 3-0. El equipo está fastidiado. Ahora mismo lo que hace falta es conseguir puntos y acabar esto lo más dignamente posible. Estamos haciendo una temporada bastante flojita”, señala.

Descontento

El jugador ovetense tampoco está satisfecho de su rendimiento personal. “Para mí la temporada es floja. Llevo trece partidos jugados entre Liga y Copa, desde mi punto de vista son pocos. Hay gente que tiene veinte o veinticinco y puede acabar con treinta o treinta y cinco, a mí me gustaría ser uno de ellos. No estoy contento, con mi rendimien pero es cierto que quizá no tuve esa continuidad que necesita un jugador”, observa.

Michu, por otra parte, admite que no le está resultando fácil encontrar su posición natural en el Celta. “Hemos jugado con setecientos sistemas distintos y así es difícil encontrar tu posición natural. No sé si fue una idea correcta o equivocada sacarme del equipo cuando estábamos ganando. He ido entrando y saliendo, y no sé si es por la posición pero no estoy contento con mi rendimiento”, concluye.