El Ali Semi Yen, estadio con capacidad para 25.000 espectadores, será un auténtico infierno y se convertirá en el examen más duro de una España que deja récords en su inmaculado camino hacia Sudáfrica.

Turquía lleva días calentando un partido decisivo para sus intereses. Desde la derrota del sábado en el Bernabéu, cuando sintieron tener en sus manos a la campeona de Europa. El patriotismo de los jugadores se multiplicará en un escenario como el Ali Semi Yen. Un estadio que no ha sido elegido al azar: más presión que en otro estadio, el Olímpico Atatürk, donde entran 70.000 espectadores pero que impresionaría menos por la pista de atletismo que circunda el campo.

Para Turquía ya no existe la desmoralización ni las molestias. Su único pensamiento es ganar a toda costa. “No hay equipos invencibles” asegura Nihat. “Fuimos capaces de poner contra las cuerdas a España en su propio campo. Con el ambiente que habrá, nos olvidaremos de todas las preocupaciones”, añade.

Tienen cosas que cambiar. Su técnico, Fatih Terim, ha pedido un juego “más paciente”. Introducirá cambios en la ofensiva alineación del Bernabéu. De las palabras de Terim se interpreta que sacrificará a uno de sus delanteros, probablemente Semihe. Cuenta con que la presión de la grada sea el mejor artillero.

Enfrente estará Vicente del Bosque, que conoce todo lo que espera a España por su experiencia en el Besiktas. Ha avisado a sus jugadores. La concentración será clave para sobreponerse a un ambiente especial.

Maneja ciertos códigos del fútbol Del Bosque que le hacen pensar en cambios en su equipo titular. No sólo porque la imagen ofrecida en el Bernabéu se alejó de la brillantez habitual, sino pensando en un futuro cercano y el enfado de los clubes por jugadores que llegaron ‘tocados’.

David Villa es la principal preocupación. Recién recuperado de su lesión de rodilla fue titular en el Bernabéu. Jugar de inicio cuatro días después, piensa el seleccionador, sería demasiada exigencia. Aumentaría, de paso, el enfado de Unai Emery.

Por eso, Del Bosque piensa en cambio de jugadores y principalmente de sistema. Porque si Villa sale del equipo la novedad será la entrada de un centrocampista más. El mayor defecto del pasado sábado fue el continuo toque en corto en el centro, caer en la trampa de la presión turca a los jugadores creativos. Jugar con extremos es la solución y Silva más Riera se perfilan como novedades.

La experiencia de Marchena en un partido de alto voltaje está siendo considerada por Del Bosque, que puede darle entrada en lugar de Albiol, aunque mantiene dudas por el buen nivel de una joven pareja que cubrió a la perfección la baja de Puyol.

Nadie mira los récords que deja por el camino España pero Del Bosque se convertiría, en caso de sumar su novena victoria consecutiva, en el mejor estreno de un seleccionador en la historia. La ‘roja’ no pierde desde el 15 de noviembre de 2006 y de mantener su línea, pondrá pie en el Mundial con el menor sufrimiento que se recuerda.

El morbo lo pondrá la presencia de Luis Aragonés. El seleccionador que condujo a España a la conquista de la Eurocopa está invitado por la Federación al palco. En las horas previas ha intercambiado elogios con Del Bosque, pero las sensaciones que le recorrerán el cuerpo viendo a un grupo que nació con él al mando, serán únicas. La ‘roja’ dio el salto de calidad y, ahora, puede sellar su pasaporte al Mundial 2010.

Casillas sufrió en sus carnes el ambiente turco

Iker Casillas y Vicente Del Bosque, capitán y seleccionador españoles, ya comprobaron las razones por las que se conoce al estadio Ali Sami Yen como “el infierno” y no olvidan la remontada que sufrieron con el Real Madrid ante el Galatasaray tras disponer de una ventaja de dos goles.

Casillas y Del Bosque rememoraron por separado un encuentro que tienen grabado en su mente. Preguntados por el ambiente del Ali Sami Yen, los dos se refirieron a un partido de cuartos de final de Liga de Campeones en el que el Real Madrid conoció el “infierno turco”.

Fue el 3 de abril de 2001, con Del Bosque al mando de un equipo que defendía el título de campeón de Europa y que jugaba con un once formado por Casillas, Míchel Salgado, Hierro, Karanka, Roberto Carlos, Makelele, Iván Helguera, Figo, McManaman, Raúl y Morientes. El Real Madrid llegó al descanso con dos goles de ventaja, gracias a los tantos marcados por Helguera y Makelele, pero el empuje de la afición turca levantó al Galatasaray, que volteó el encuentro con dianas de Umit, de penalti, Hasan Sas y Jardel.

“Su afición empujó mucho”, recordó Iker Casillas. “Entre el buen hacer del Galatasaray y el ambiente de la grada consiguieron remontar al Real Madrid. Aunque pasamos de ronda, nos pusieron en Estambul las cosas complicadas”, añadió.

Del Bosque tampoco ha olvidado la presión que ejerce el Ali Sami Yen, “en el que aprietan mucho desde la grada”, señaló. Aunque para el actual seleccionador, España tiene “capacidad y oficio para solventar el partido ante Turquía”.