El colegiado coruñés Óscar Chouciño Landeira tuvo que suspender durante una hora el partido de Autonómica Norte entre el Vizoño y el Laracha tras ser amenazado en el descanso por un individuo que le mostró "un revólver negro" y "un cargador de plástico con varias balas", según detalló el árbitro en el acta del encuentro. "Ésta es para ti, y no es de broma", le dijo el sujeto mientras le enseñaba uno de los proyectiles en clara actitud intimidatoria. Acto seguido, Chouciño Landeira reclamó a los responsables del club local, el Vizoño, la presencia de la Guardia Civil. La patrulla, que acudió desde Sada, tardó casi una hora en llegar al campo de O Pinar. Para entonces el individuo que profirió las amenazas al árbitro ya había desaparecido, aunque poco después fue identificado en su domicilio de A Laracha. Es italiano de nacimiento y sus iniciales son R. M.

La descripción del individuo (unos 60 años, escasa estatura y pelo blanco) permitió a los agentes localizarlo en su domicilio después de que la Guardia Civil de Sada, que es la que actuó en primera instancia, se pusiera en contacto con la de A Laracha para coordinar una acción conjunta.

R. M. no tiene antecedentes penales y es socio del club rojiverde. En el momento de ser identificado en su domicilio negó la autoría de los hechos y aseguró que tenía testigos para demostrar su inocencia. La Guardia Civil de A Laracha se hizo cargo del caso después de que la patrulla de Sada que acudió a O Pinar abriera diligencias en primera instancia ante la posibilidad de que el portador de la pistola pudiera haber cometido una infracción penal.

El presidente del Vizoño, Luis Insua, no recuerda nada parecido en los veinticinco años que lleva en el cargo. "Anécdotas hay muchas, pero como ésta, ninguna. Fue de película. Cuando llegó la Guardia Civil el tipo ya no estaba en el campo", recuerda Insua, quien deduce que el sujeto que portaba la pistola debía de ser aficionado del Laracha, como así cree la Guardia Civil después de identificar a R. M. "Del Vizoño no era. Eso, seguro", apunta Insua. El presidente no fue testigo de las amenazas porque todo ocurrió muy rápido y, además, no se encontraba cerca del árbitro en el momento en el que se produjeron. El técnico del Laracha, José Antonio Cambón, tampoco se percató de lo ocurrido hasta que le informaron de ello. "Me voy al vestuario con mis jugadores y entonces entra nuestro delegado y nos dice que el partido está suspendido", recuerda. "Hasta que leo el acta no me doy cuenta del revuelo que se había formado", añade Cambón.

El Vizoño llegó al descanso con ventaja en el marcador gracias al acierto de Raúl desde el punto de penalti. El colegiado Chouciño Landeira señaló a la media hora de juego una pena máxima a favor del conjunto local, una decisión que resultó polémica, ya que fue muy protestada por los integrantes del Laracha. Su delegado, Miguel Ramos, fue expulsado por protestar. En la segunda mitad, una vez reanudado el encuentro, el equipo rojiverde logró darle la vuelta al marcador hasta acabar goleando al Vizoño. 1-4 fue el resultado final.