Cientos de policías y sanitarios se desplegarán hoy por las principales capitales y municipios españoles, donde se han instalado pantallas gigantes para seguir, al aire libre y en ambiente festivo, la final de la Eurocopa que juegan España y Alemania. El recinto de la Expo de Zaragoza y la Plaza de Colón de Madrid serán previsiblemente los principales escenarios que contarán con la mayor concentración ciudadana a la hora del partido (20:45 horas). En Galicia, destacan las pantallas de la Praza da Estrela (Vigo), A Ferrería (Pontevedra), el Parque Miguel Hernández (Vilagarcía) y la Praza Roxa de Santiago.

El aeropuerto de Madrid-Barajas también vive los efectos de la final de la Eurocopa y desde ayer hasta hoy a mediodía está previsto que salgan veinte vuelos para llevar a los aficionados españoles hasta Viena. Cientos de hinchas alemanas se desplazarán a Viena desde Palma de Mallorca.

España, como gran parte de Europa, se paralizarán durante una cita que congregará en el estadio vienés a las máximas autoridades políticas españolas. Sus Majestades los Reyes de España presidirán el palco de la final en el Ernst Happel de Viena, donde también acudirá una amplia representación del Gobierno español.

Según confirmó la Casa Real, don Juan Carlos y doña Sofía presidirán el palco de autoridades tal y como hicieron en el choque de cuartos ante Italia. Además, fuentes gubernamentales también confirmaron la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que será el primer partido de la Eurocopa al que asista. Estará acompañado por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y por la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, que ya estuvo en el duelo de semifinales ante Rusia.

Completará el cuadro de autoridades el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissaveztky, que ha estado durante todo el torneo alentando al equipo de Luis Aragonés, desde la fase de grupos hasta el último choque ante los rusos.

Incluso desde la casa del rival habrá apoyos hacia el equipo de Luis Aragonés. La colonia española en Alemania afronta la final crecida, pese a su inferioridad numérica, por los elogios en tierras germanas a los de Luis Aragonés y dispuesta a seguir el partido a través del ex madridista Günter Netzer, el "Fari" alemán.

Unos 3.800 españoles residentes en Berlín, frente a millones de berlineses concentrados en la milla del aficionado, bares, parques y demás locales con pantalla de televisión: será una marejadilla, más que una marea roja, concentrada en sus locales típicos.