La insuficiente capacidad hotelera y los limitados accesos de carretera que provocan importantes atascos son los principales problemas del circuito francés que acoge el Gran Premio de Francia desde 1991.

Ante la dificultad para resolverlos, la FFSA, que gestiona la carrera desde 2004, se inclina por no organizarlo el año próximo y buscar un lugar propicio para el año siguiente.

Situado en el departamento de Nièvre, en el centro del país, Magny-Cours podría ver como la carrera se desplaza a un lugar más próximo a París y, por tanto, más cercana a la región que acoge la mayor densidad de población del país.

Con los entre 30 y 40 millones que costaría acondicionar Magny-Cours a las necesidades actuales de un Gran Premio de Fórmula Uno, la FFSA considera que puede hacer un nuevo circuito y situarlo en un lugar con más opciones de éxito.

Según la prensa local se barajan dos opciones: bien hacerlo cerca del parque de atracciones Eurodisney, al este de París, bien cerca del parque de exposiciones de Villepinte, al norte de la capital, cerca del aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle.

Para cualquiera de ambos proyectos, la FFSA espera contar con el asesoramiento de los organizadores del Gran Premio de Mónaco.

El Gran Premio de Francia es uno de los más antiguos del circuito, se ha organizado en 56 ocasiones, sólo superado por los de Reino Unido e Italia (57).

Desde la creación del Mundial de Fórmula Uno en 1950 sólo ha faltado a la cita en una ocasión, en 1955, cuando fue anulado tras un gran accidente que durante las 24 horas de Le Mans costó la vida a 80 espectadores.

Antes de Magny-Cours, la carrera pasó por los circuitos de Le Castellet, Reims, Rouen-Les Essarts, Dijon-Prenois, Clermont-Ferrand y Le Mans.