"No estoy haciendo ni la mitad que en los otros equipos, tengo que trabajar más fuerte y mejorar mucho", reconoció el brasileño, que aseguró que ésta es una "experiencia nueva que debe superar": "En mi vida nunca pasé por algo parecido, la vida es así, hoy estás bien y mañana mal".

Y es que el medio sabe que tiene que superarse para "volver a ser el Emerson de la ´Juve´, de la selección, para ayudar y mejorar en el Real Madrid". "Es un momento personal mío, no puedo culpar a nada ni a nadie, el momento depende sólo de mí", reconoció el futbolista que dio muestras de estar sufriendo mucho esta temporada.

Entre otras cosas, por las críticas, porque "muchas veces se dicen cosas que no son verdad y molesta". "Pero no podemos hacer nada. Es parte de nuestro trabajo, estar en el Real Madrid conlleva muchas presiones", añadió.

Pero, sobre todo, por todas las extrañas situaciones vividas semanas atrás, comenzando ante el Zaragoza: "Capello me pidió que hiciera el sacrificio de estar en el banquillo, pensé en el equipo en ese momento, y acepté aún estando lesionado. Yo sabía que después podía haber problemas, que se podía pensar que yo no tenía nada, que no estaba lesionado, pero no es cierto, los doctores lo pueden ratificar", apuntó.

"Le pedí al mister que aclarara que no podía jugar y que estaba allí porque había poco banquillo. Para Fabio también era una situación complicada. Después del partido me pidió disculpas, por las consecuencias mediáticas que tuvo, pero nada más", explica, asegurando que en el partido contra el Bayern "no hubo ningún pacto".

"El mister decide quién juega en cada partido, es una decisión suya que yo respeto siempre. No es verdad eso de que yo no quisiera salir, nunca me he negado a jugar, es un tema cerrado para mí", añadió, recalcando que él siempre prefiere jugar, y que no se negaría "nunca".

"NO SOY EL NIÑO DE CAPELLO".

Destaca que su relación con Capello es "muy buena", pero sólo de "respeto profesional", no de irse a "cenar juntos" ni nada similar. "Si la gente piensa que yo decido algo está equivocada. Tenemos una relación de respeto profesional. No soy el niño de Capello, ahora no juego, si lo fuera, jugaría", dijo.

Pese a todos sus problemas, quiere pensar sólo en el equipo y en las "posibilidades de ganar la Liga". "Hay que concentrarse en superar todas las dificultades y estar juntos", dijo, confiando en la buena relación con sus compañeros.

"No creo que el vestuario esté dolido por nada. Ellos saben que yo puedo hacer más por el equipo, yo también lo sé. Cuando un compañero tiene dificultades es normal que el resto le apoye, eso significa ser un bloque. Estoy contento por su apoyo. Si tienen algún problema conmigo me lo dirían a la cara, estoy seguro. Así deben funcionar las cosas si queremos ser un equipo que aspira a ganar", dijo.