La barcelonesa, que hasta ahora se había conformado, como mucho, con medallas de bronce en diferentes mundiales en la modalidad de solo, ha subido un peldaño al colgarse la plata, su octava medalla en un Mundial después de una fulgurante carrera.

Mengual interpretó con determinación y meció el agua al son de una música de reminiscencias africanas. La española obtuvo 98 puntos sobre cien y sólo el enorme potencial de la rusa Natalia Ischenko (99 puntos) le impidió subir a lo más alto del podio.

A punto de cumplir la treintena y seguramente a un año de su retirada definitiva, Mengual culmina su carrera de la mejor manera posible, un subcampeonato mundial y ha podido beneficiarse del cambio de normativa (se otorgan medallas en las especialidades técnica y libre) para cumplir su sueño, algo imposible cuando en el sólo únicamente se repartían medallas en una especialidad dominada por la francesa Virginie Dedieu.

Con aires estrella de la danza, la española dio lo mejor de sí mismo en una actuación que emocionó. De esta forma amplió su palmarés y sumó su octava medalla en un Mundial, un historial impresionante que seguramente ampliará en Melbourne.

Mengual es una coleccionista de medallas. Solo en Mundiales ya ha obtenido ocho con la de hoy. Logró tres en Barcelona 2003, cuando se colgó dos bronces (sólo y dúo) y la plata en la Combinada; además de otras cuatro en Montreal 2005: bronce en sólo, dúo y equipo y plata en dúo junto a Paola Tirados.

Además en el presente Mundial, Mengual tiene opciones de medalla en la especialidad de sólo libre y en el dúo técnico, a la espera de la clasificación en el dúo libre y en la prueba libre por equipos.

Antes de viajar a Melbourne, su entrenadora, Anna Tarrés, insistió en asegurar que la idea del equipo era convertir a Mengual en una "superwoman", ya que pretendía que fuera la única nadadora de toda la competición que participara en todas las finales, menos en la rutina técnica por equipo.

"No queremos que sea una ´supervedette´ del sólo, sino la nadadora más completa de la sincro", declaró Tarrés a EFE y seguro que estará orgullosa de ella, después de la magnífica actuación que firmó hoy en la piscina del Rod Laver Arena.

En la clasificación, la española sólo fue superada por la rusa Natalia Ischenko, que consiguió 99 puntos en una actuación basada en música clásica y que rozó la perfección. El bronce fue a parar a manos de la japonesa Saho Harada, mucho más alejada de las dos anteriores (96,833).