Álvaro Faes, ENVIADO ESPECIAL a Melbourne

Raikkonen impuso su ley en Albert Park. Tuvo controlada la carrera desde que se apagó el semáforo hasta la bandera a cuadros y tan sólo cedió el liderato cuando se ausentó de la pista para cumplir con las paradas en el "pit lane". Pilotó sin fisuras y con la victoria se quita un peso de encima. El del triunfo obligado. Debuta con Ferrari al estilo Ferrari.

Y aunque no tuvo seria oposición, sí hubo alguien que no tardará en ofrecérsela: Fernando Alonso. El asturiano sacó el máximo rendimiento al MP4/22. Aún le falta pero sólo es cuestión de tiempo. De adaptación del bicampeón al equipo, a los neumáticos; a McLaren en general. La evolución habitual aportará emoción al campeonato. Y Alonso no estará solo porque el primer Gran Premio del año quitó la venda a los escépticos. Lewis Hamilton, tercero, hizo lo mismo que lleva haciendo los diez últimos años en varias categorías: pilotar como un grande y estar arriba. Incluso puso en algún que otro apuro al propio Alonso al superarle en la salida. El británico se mantuvo por delante del español hasta el segundo repostaje. El equipo decidió que Alonso parase más tarde, lo que resultó suficiente para, en el regreso a la pista, situarse delante. Y no se debe olvidar que a la fiesta de ayer faltó un invitado: Felipe Massa. El brasileño completó una gran remontada y acabó sexto tras el último al cambiar de motor.

Fernando Alonso terminó en Albert Park segundo, igual que había salido en la parrilla. Pero para llegar al mismo punto dio un pequeño rodeo. En la salida se vio superado por otros pilotos. La rápida maniobra de Heidfeld cerró al asturiano en el interior. Enfrascado en la lucha con el alemán, Hamilton completó la maniobra. Como no pudo por dentro, rectificó a tiempo y, por fuera, superó a Alonso.

Camino libre

El camino quedó libre para Raikkonen. Tras la primera vuelta ya sacaba dos segundos a Heidfeld, que poco después dejaba en evidencia su calificación: salió sin apenas gasolina y fue el primero en entrar a repostar.

La carrera ya tenía el color rojo Ferrari por delante. En un circuito como Albert Park los adelantamientos son casi imposibles. Los únicos que se daban sucedían en la cola y casi todos con motivo de la remontada de Massa.

Ya sin Heidfeld entre Raikkonen y los McLaren comenzó el baile de los repostajes. Alonso entró en la vuelta 22 y una después lo hizo Hamilton. Raikkonen, por entonces, estaba lanzado hacia la victoria y no tenía otra misión que dosificar su mecánica. También Alonso mantenía una actitud conservadora detrás de Hamilton. Ante la imposibilidad de adelantar, alternaba vueltas cerca del británico con otras en las que se dejaba ir para no castigar su motor. El podio se empezaba a dibujar y ya no quedaban casi cosas en juego. Sólo saber qué haría McLaren en el segundo repostaje.

La incógnita se despejó. Hamilton entro al "pit lane" y Alonso, vacío de gasolina, tiró dos vueltas al máximo antes de detenerse para su repostaje. Su regreso a la pista supuso la vuelta al estado natural de las cosas. Y ahí se acabó la carrera.

Únicamente un imprevisto podía privar a Raikkonen del triunfo que se le resistía desde Japón en 2005. Y a punto estuvo de pasar. A nueve vueltas para el final, Coulthard sobrevoló a Wurz al intentar adelantarse por donde no había sitio. El fantasma del coche de seguridad sobrevoló por la mente de Raikkonen, cuya radio de su monoplaza con funcionaba como era debido. Pero todo quedó solucionado con unos minutos de bandera amarilla. Raikkonen podía respirar tranquilo, incluso pese a que bordeó la salida de pista. Primer triunfo, primer golpe sobre la mesa pero bien encajada por Alonso y Hamilton. Ferrari y McLaren. El duelo está servido.

El finlandés, mejor debutante con el "cavallino"

Raikkonen se ha convertido en el mejor debutante al volante de un Ferrari al haber logrado el "triplete": pole, vuelta rápida y victoria. Sólo dos pilotos habían logrado la victoria en su primera carrera con Ferrari: el italo-americano Andretti (el GP de Sudáfrica de 1971 tras salir cuarto) y el británico Mansell (el GP de Brasil de 1989, sexto en la parrilla).

Récord de menor edad en el podio

Raikkonen (17-10-1979), Alonso (29-7-1981) y Hamilton (7-1-1985) completaron en Albert Park el podio más joven en la historia. Entre los tres suman 75 años, 2 meses y 30 días, recortando en 8 meses la anterior marca de 75 años, 10 meses y 29 días que en Malasia-2003 establecieran Alonso, Raikkonen y Barrichello.