PILOTES POSADA 24 - OPORTO 27

PILOTES POSADA

Janos Szatmmari, Eduardo Domínguez (5), Ricard Dei (2), Sasa Djukic (4), Marco Gamuz (2), Fran González (2) e Iván Infestas (1), equipo inicial. También jugaron: Rogelio Llamazares, Pablo García, Mateo Castella (1), Celes (2), Cerillo (3), Pablo Macías, Iván Caride (1) y Sandro Torras (1).

OPORTO

Ricardo Candeias, Carlos Resende (8), Álvaro Rodrígues (4), Tomie Dusan (1), Rui Rocha (4), Manuel Arezes y David Javares (4), equipo inicial. También jugaron: Hugo Lamentino, Tiago Rocha (1), Ricardo Moreira (2), Sergio Lopes (2) y Carlos Martingo (1).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 4-1, 5-3, 6-4, 7-8, 12-9 y 14-10 (descanso), 13-15, 14-18, 19-20, 20-24, 22-26 y 24-27 (final).

ÁRBITROS: Alberto Rodríguez y Alicia Centeno, del colegio gallego. Sin complicaciones. Expulsaron al visitante Ricardo Candeias.

INCIDENCIAS: Segundo partido del V Torneo Eixo Atlántico de Balonmano. Trescientas personas en As Travesas.

El Octavio Pilotes Posada fue eliminado por el Oporto del Trofeo Eixo Atlántico, pero los vigueses vendieron cara su derrota. Cayeron con honor ante un adversario que rompió el partido mediada la segunda mitad, cuando decidió dar un salto de calidad. Los portugueses, que acabron la temporada pasada en el segundo puesto de la liga de su país, poseen recursos y cuentan con Carlos Resende, un hombre que es el líder natural y considerado como uno de los mejores jugadores portugueses de la historia.

El conjunto académico realizó un magnífico esfuerzo y transmitió buenas sensaciones. El equipo de Quique Domínguez salió a la pista como si jugara una final. Con rapidez y las ideas claras, el Octavio dominó los instantes iniciales y llegó a disponer de tres goles de renta.

El Oporto realizó a partir de entonces una labor de desgaste. No se empleó a fondo, pero tampoco dejó muchas alternativas a los vigueses.

Los goles de Eduardo Domínguez fueron un bálsamo para los locales, que se repartieron las opciones de lanzamiento entre todos. Una clara muestra de solidaridad. En el inicio de la segunda parte todo siguió igual, pero después todo varió. El Oporto marcó las diferencias y el ritmo del partido, aunque el Octavio Pilores Posada nunca se rindió y se mantuvo en la lucha para caer derrotado con honor pero sin gran premio final.