El colegio de Angorén le dedica su biblioteca a Ernestina Otero

El CEIP Alexandre Bóveda, en el barrio de Angorén de Chapela, realizó ayer un homenaje a la insigne maestra y pedagoga redondelana Ernestina Otero (1890-1956), que desde ahora le dará su nombre a la biblioteca del centro. El acto forma parte de una iniciativa puesta en marcha por el Concello de Redondela, a través del Servizo de Normalización Lingüística, para dar a conocer y poner en valor la figura de la ilustre redondelana en los centros educativos.

La actividad contó con la presencia de los autores del libro infantil “Semente de igualdade, semente de liberdade. Pequena biografía de Ernestina Otero”, Enrique Mauricio y el ilustrador Carlos Taboada, que narraron de forma amena y divertida la trayectoria de la maestra redondelana. Una conferencia a la que también asistió el nieto de la homenajeada Ernestina Otero, Manuel Puga, que contestó a los escolares todas las cuestiones relacionadas con su abuela y compartió con ellos los recuerdos de su infancia.

Ejemplo de compromiso

La maestra redondelana destacó como ejemplo de compromiso con la mujer de su tiempo y símbolo de la emancipación femenina de la primera mitad del siglo XX.

Durante su etapa profesional, Ernestina Otero dirigió la Escola de Maxisterio y presidió el Consello Provincial de Primeiro Ensino de Pontevedra. También colaboró activamente con el Seminario de Estudos Galegos y otras iniciativas como la Escola Rural Galega. En 1933 firmó el manifiesto de los intelectuales gallegos a favor del Estatuto de Autonomía.

Tras el golpe militar de 1936 fue suspendida de empleo y sueldo y figuró en el primer listado de depuración. Fueron sesenta profesores suspendidos en ese primer momento, entre ellos Castelao o Osorio Tafall. Poco después se sumarían las hermanas de Ernestina Otero, Lola y Esperanza, maestras de primaria.

Al finalizar la guerra se revisaría su expediente y se decidió reponerla en su plaza, aunque fue obligada a trasladarse a la Normal de Ourense. No sería hasta 1951 cuando le permitieron volver a la Escuela Normal de Pontevedra.

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