El Monasterio de Oia celebró los cuatro siglos de la batalla entre monjes y piratas

El cenobio abrió sus puertas al público el sábado pasado para recrear el hecho histórico, última apertura antes de las obras de rehabilitación

El monasterio cisterciense de Oia.

El monasterio cisterciense de Oia. / Marta G. Brea

El Real Mosteiro de Oia conmemoró el pasado sábado un momento crucial en su historia con la sexta edición de A Treboada no Mosteiro. Este evento anual, que recuerda la valiente lucha de los monjes contra los piratas en 1624, adquirió un significado especial este año al cumplirse cuatro siglos de esa batalla.

Sarah Barbará, responsable de la dinamización cultural del Monasterio, resaltó la trascendencia de este evento como una gran oportunidad para Oia y su comunidad. “El hecho histórico que celebramos tiene tal importancia que sabemos que no puede quedar tras los muros del Monasterio. Hace 400 años los monjes no lucharon solos; todos los vecinos se unieron a ellos y a los soldados que habitaban en el cenobio para defender la costa de unos ataques de la piratería que en aquel entonces eran realmente problemáticos en Galicia”, recuerda.

Proyecto hotelero

A Treboada no Mosteiro marcó la última apertura del monasterio de Oia antes de que comience el proyecto de restauración y rehabilitación anunciado hace unos meses. La conversión en hotel y restaurante generará más de treinta puestos de trabajo en una construcción que contará con 76 habitaciones, un museo, 40.000 metros cuadrados de espacios exteriores y recuperará la huerta monacal.

En la memoria anual del monasterio precisamente se refleja la aspiración de que 2024 sea un momento histórico: “Adecuar el monasterio a la realidad que vivimos en el siglo XXI, aprovechar la última tecnología y los grandes avances en innovación para ser dignos herederos del trabajo iniciado por los maestros constructores de la Orden del Císter, conocidos por aplicar la innovación en la construcción de sus abadías”. “Un uso histórico recuperado como alojamiento de personas, en un diálogo continuo con el mar que constituye el fondo permanente de un patrimonio único”, añaden.

Este primer tramo de la actuación en el monasterio estará concluido, de cumplirse la hoja de ruta de los propietarios (Kaleido), en octubre de 2025. En una primera fase, que se espera que arranque ya a mediados de este año, se llevará a cabo la rehabilitación de la edificación actual, claustro, jardín ilustrado y patios.

Ninguno de los espacios abovedados o singulares se destinarán a habitaciones, a fin de maximizar el valor cultural y arquitectónico. De ahí que el proyecto incluya un museo, sala de conferencias, biblioteca o el propio claustro, con unos 2.000 metros cuadrados repartidos en diez estancias.