Entrevista | Fernando Valladares Ecólogo del CSIC y divulgador sobre la crisis ambiental y climática

“No arreglamos el cambio climático porque no queremos”

El científico que propone “recivilizarse” para luchar contra la crisis ambiental ofrece conferencias hoy en Gondomar y mañana en Nigrán

El ecólogo y divulgador científico Fernando Valladares.

El ecólogo y divulgador científico Fernando Valladares.

Hablar de la crisis climática sin causar hartazgo o ansiedad es el reto que se ha propuesto Fernando Valladares. El profesor de investigación en el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de Ecología en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid se dedica en los últimos tiempos a divulgar un mensaje positivo para concienciar a la población de que sí se puede contribuir en la lucha contra el cambio climático a nivel doméstico. Para ello se ha inventado un nuevo concepto que explica en su último libro, “La Recivilización. Desafíos, zancadillas y motivaciones para arreglar el mundo” (Ed. Destino). Promulga un cambio profundo en el modo de vida para contaminar menos. De ello hablará esta tarde en la sede del Instituto de Estudos Miñoráns, en Gondomar, a las 20.00 horas –en el marco del ciclo de conferencias “Crise climática ou crise do sistema”–, y también mañana viernes a la misma hora en el multiusos de Sabarís, en el marco de unas jornadas científicas organizadas por el IES Val Miñor.

–Los mandatarios viajan a las cumbres del clima en jets privados y nos piden a los ciudadanos que no contaminemos... ¿Nos toman el pelo?

–Tenemos que analizar, pero no normalizar. Claro que no es normal que a una cumbre del clima se vaya en jet privado, ni que en España, principal productor de aceite, se dispare la inflación del aceite. Son cosas que hemos aceptado pero no son leyes inamovibles como las de la física.

–¿Qué podemos hacer entonces?

–Hacernos preguntas. Antes de ponernos en el cómo debemos preguntarnos qué queremos. No arreglamos el cambio climático porque no queremos. No es que no sepamos, es que no queremos. Lo más importante es saber qué queremos. ¿Queremos estirar el chicle de una civilización que ha tocado fondo o formar parte de esa generación que ha hecho algo para impedirlo? No es suficiente que la ciencia te diga lo que hay que hacer, hay que entenderlo y querer.

"La cuestión es mentalizarnos de consumir menos energía. La eólica atenuará el problema pero no lo resolverá"

– Cuando uno se conciencia, ¿qué debe hacer?

–Desde luego, la lista de acciones individuales de lucha contra el cambio climático que pueden encontrarse en internet: ir al trabajo en bicicleta, viajar menos, comer menos carne, consumir productos locales... Son cosas muy importantes que no solo suman, multiplican. No las veamos como un granito de arena, sino como un ejemplo que puede servir a otros. Todo ello combinado con el activismo. Ser activista no es encadenarse a un árbol, es querer cambiar las cosas.

–Todo ello supone un esfuerzo.

–Sí, tenemos que ser conscientes de que recivilizarse va a implicar cierta incomodidad, pero muy recompensada.

–¿Cómo?

–Hemos perdido el norte en la búsqueda del sentido de la vida y nos conformamos con la felicidad del “todo a cien”, la calidad de vida y la prosperidad no consiste en tener el mejor coche, sino en sentirnos bien con nosotros mismos.

–¿Tenemos tiempo para ganar terreno al calentamiento global?

–Siempre se está a tiempo para la recivilización. Si aflojas con las emisiones, los gases de efecto invernadero se van regulando, pero empecemos a movernos porque hemos perdido años mintiéndonos.

"El enfoque del turismo como negocio es completamente insostenible"

–¿A Galicia llega con retardo ese calentamiento?

–En Galicia y en el norte de la península se muestra con menor dureza, pero se acentúan problemas como el de los incendios. Las olas de calor son a otra escala pero la temperatura de ingresos en los hospitales es 10 grados más baja. Se está viendo la migración de turistas que huyen del calor y eso también es un impacto.

–¿Es sostenible el turismo?

–Hay formas de turismo sostenible, pero el enfoque del turismo como negocio es completamente insostenible. Habrá que tomar medidas para limitarlo y no veamos eso como un problema, sino como un enfoque hacia la prosperidad. La prosperidad no es que nos corten el agua por el exceso de demanda.

–En Galicia se promueve la energía eólica para reducir las emisiones de CO2 a costa del paisaje en algunos casos, o de la pesca en otros. Y eso, ¿es sostenible?

–La cuestión es que mientras no cambiemos de mentalidad y consumamos menos energía no se resolverá el problema. Estas energías limpias como la eólica lo atenuarán pero no lo resolverán. Estamos pasando de un problema a otro. La tentación del pelotazo y la economía rápida es enemiga de la sostenibilidad y la ciudadanía se rebota y tiene derecho al pataleo.

Suscríbete para seguir leyendo