La venta directa al consumidor despega en la lonja de Baiona
La comercialización de pescado y marisco sin intermediarios reporta ya 2.500 euros diarios a la Cofradía
Ángel Vilar, trabajador de la lonja, atiende a dos clientes, ayer. / Alba Villar
Recién descargado del barco y a un precio imbatible. La Cofradía de Pescadores A Anunciada de Baiona ha puesto en marcha la venta directa de pescado y marisco al consumidor y cada día son más los baioneses que se acercan a la lonja para adquirir el producto recién descargado. En apenas dos meses, la actividad ya reporta en torno a 2.500 euros diarios al pósito, según confirman desde sus oficinas.
Los baioneses tienen la oportunidad de comprar los productos directamente a los pescadores desde el inicio del año, aunque la Cofradía inició los ensayos unas semanas antes. Desde las 9.00 de la mañana, la lonja comienza a recibir pescadores y compradores particulares y a veces son estos últimos los que esperan a que finalicen las descargas de los barcos. Frescura garantizada al 100% y precios a prueba de inflación por la ausencia de intermediarios.
Los particulares pueden comprar de lunes a viernes 9.00 a 13.00
Entre 12 y 20 euros el kilo compraron ayer los primeros clientes del día la centolla y entre 10 y 15 la lubina, según el tamaño. El lenguado se vendió a 22 euros, la dorada a 9, el sargo a 8, la pescadilla a 8, igual que el choco o el rubio, mientras que la faneca costó 6 euros/kilo y la raya, a 4. Son costes “atractivos” para el público, pero también para los propios pescadores, destaca el patrón mayor, Roberto Cabral. La iniciativa pretende evitar la fuga de las ventas hacia O Berbés. “Lo ideal es que el marinero de aquí deje aquí su pescado”, explica. Hace años que la de percebe es la única subasta en la lonja baionesa. La de pescado desapareció porque los precios eran muy bajos, según indica el presidente del pósito. Apenas acudían mayoristas y los marineros empezaron a adquirir vehículos isotermos para llevarse las capturas a Vigo, ventas que dejaron de reportar beneficios a la Cofradía. “Aquí vendemos a 1 o 2 euros más el kilo que en Vigo y y ahora merece la pena quedarse y ahorrar los gastos de los desplazamientos”, señala Cabral. De hecho, la actividad empezó con un par de barcos de Baiona y otros tantos de A Guarda, que pasan el invierno en el puerto baionés. Ahora ya son una decena los que optan por esta fórmula.
Cada persona puede llevarse únicamente 3 kilos de pescado o marisco al día y el producto se comercializa sin limpiar ni cortar
La variedad del mostrador depende de lo que cada día descarguen las tripulaciones, que van llegando de manera escalonada a lo largo de a mañana, de manera que los clientes pueden encontrar producto hasta las 13.00/13.30. “Si queda algo sin vender a esa hora, desde la lonja llamamos a los restaurantes. De momento nunca hemos cerrado el día sin venderlo todo”, añade.
El pescado y el marisco se compra en la planta baja de la lonja y se paga en la oficina de la superior. / Alba Villar
Hay unas normas que cumplir para evitar la competencia desleal con las pescaderías. Cada persona puede llevarse únicamente 3 kilos de pescado o marisco al día y el producto se embolsa tal y como viene del barco, sin lavar ni cortar. A los clientes parece no importarles a juzgar por su número. Entre 30 y 40 personas acuden cada día.
La intención de la Cofradía es crear un canal de información a través del móvil que permita a los clientes conocer la oferta de cada día y recibir avisos en caso de que las condiciones meteorológicas impidan faenar para que no se desplacen en balde.
Un 20% más en la facturación en solo un mes
En apenas dos meses, la venta directa al consumidor en lonja ya se ha hecho notar en la economía de la Cofradía baionesa. La facturación del mes de enero ha sido un 20% superior al mismo período del año pasado, con 50.040 euros más. Los datos oficiales de la Consellería do Mar indican que el pósito pasó de los 239.085,71 euros de los primeros 31 días de 2023 a 289.126,26 euros el mes pasado. Son cifras “muy alentadoras”, apunta el patrón mayor, que espera continuar la progresión positiva que la entidad ha registrado desde la crisis sanitaria. Roberto Cabral cumple hoy mismo un año al frente de la Cofradía de Pescadores “A Anunciada” y su objetivo es “buscar alternativas que nos permitan mantener la capacidad económica para dar los mejores servicios posibles a los socios”.Confía en que la comercialización sin intermediarios siga creciendo entre la población baionesa y espera que se consolide en verano con la llegada de veraneantes y turistas.
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