Salvaterra se rinde a las burbujas

La Festa do Viño Espumoso reúne a once bodegas y quince caldos espumantes, gastronomía y un amplio programa musical

Asistentes a la fiesta, ayer, brindan con espumos mientras degustan unas zamburiñas.  // ANXO GUTIÉRREZ

Asistentes a la fiesta, ayer, brindan con espumos mientras degustan unas zamburiñas. // ANXO GUTIÉRREZ / Judit Bernárdez

Salvaterra de Miño descorchó ayer su novena Festa do Viño Espumoso, la única en Galicia dedicada a los caldos espumantes. La cita, cuyo objetivo es dar a conocer los espumosos de la Denominación de Origen Rías Baixas y reivindicar su consumo con todo tipo de comidas, dulces o saladas, ofrece quince vinos espumosos, elaborados por once bodegas de la D.O. Rías Baixas: Mar de Frades, Pablo Padín, Pazo Condal, Altos de Torona, Eidosela, Pepa a Loba, Valtea, As Laxas, Señorío de Rubiós, Paco y Lola y Adegas Galegas.

Asistentes a la fiesta, ayer, brindan con espumos mientras degustan unas zamburiñas.   | // ANXO GUTIÉRREZ

Alejandro Paadín, abriendo una botella con un sable. / Anxo Guitiérrez

El evento se celebra en el interior del recinto amurallado, bajo una gran carpa que no deja al azar las inclemencias meteorológicas. En su interior se pueden degustar estos caldos “mágicos”, tal y como los denominó Luis Paadín, experto en este tipo de vinos, que, junto a su hijo, Alejandro, se encargó de impartir un coloquio sobre los espumosos. Ya en solitario, Alejandro fue el protagonista de la primera apertura de botellas con “degüelle de sable”, una de las atracciones de la jornada y una tradición que copiaron a las tropas napoleónicas, que abrían de esta forma las botellas al final de una batalla. “Champange, en la victoria lo merezco y en la derrota lo necesito”, decía Napoleón.

“Los Paadín llevamos las burbujas en la sangre”, bromeó el patriarca, haciendo hincapié en el lujo que supone celebrar una fiesta del vino en pleno diciembre. En ella, además de los espumantes, los asistentes pudieron disfrutar de una amplia oferta gastronómica, con productos del mar y de la tierra, además de postres. Así, pudieron elegir entre gran variedad de tapas, ostras, empanadas, embutidos, filloas, bombones, turrón y chocolates, el mismo menú disponible para hoy y que marida a la perfección con cualquiera de los quince espumosos a probar en copa o botella. De hecho, hubo quien hizo acopio de varias unidades pensando en llenar de burbujas sus celebraciones navideñas.

“Tenemos que ser conocedores de nuestra gran riqueza, como es el vino. Es más que economía, es una forma de entender y poner en valor nuestro medio rural, en este caso el vino espumoso es ejemplo de esa transformación y novedades que se introducen en el sector”, destacó la alcaldesa, Marta Valcárcel, indicando que “es un vino que lleva once años en el mercado, está gustando y está aumentando su demanda”.

Nuevos cofrades

La jornada de ayer acabó con la actuación de Urbano Cabrera y los conciertos de La Comisaría y Somoza Trío; y hoy continúa la fiesta, que abre a las 11.00 horas. Más tarde, a las 11.30 horas, tendrá lugar el nombramiento de cuatro nuevos cofrades de la Cofradía do Viño do Condado do Tea e Espumosos, cuyos nombres todavía son un misterio, y que engrosarán una lista que supera el centenar de cofrades. A continuación, a mediodía, será la presentación oficial de la fiesta, con maridaje de espumosos por Luis Paadín y otra apertura de botellas con “degüelle a sable”. La música definirá el resto de la jornada, con el concierto de piano y trompeta de Manuel Madarnás y las actuaciones de Demasiadas Luces y Pocas Sombras, Broke Acoustic Covers, Hanna Fikirte, Candela Fernández y Nacional 81.

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