Los “carros de bolas” vuelan a cien por hora en Camos

Medio centenar de carrilanas miden su velocidad y originalidad en la popular bajada

“Esfinge egipcia”, tercer premio a la más elaborada.  // D.P.

“Esfinge egipcia”, tercer premio a la más elaborada. // D.P. / Judit Bernárdez

Si la semana pasada los artefactos flotantes intentaban mantenerse a flote en la Foz do Miñor, ayer la diversión y originalidad se trasladó a la parroquia de Camos, también en Nigrán, en una prueba mucho más veloz que la anterior. La popular bajada de “carros de bolas”, nombre que se le otorga a estos artefactos tradicionales construidos con rodamiento mecánicos con la función de ruedas) centró la atención con la participación de 50 carrilanas en la categoría libre y otras 17 en la federada. Las temáticas de las mismas fueron muy variadas y se pudo ver desde una parodia del “Nigranbus” hasta el coche de Mario Car pilotado por padre e hijo.

“La casa de Up”, que ganó el segundo premio a la más elaborada, durante la bajada.   | // D.P.

“La casa de Up”, que ganó el segundo premio a la más elaborada, durante la bajada. // D.P. / Judit Bernárdez

La bajada comenzó a las 9.30 horas con una primera manga de entrenamientos libres y, a continuación, dos cronometradas. El recorrido fue el mismo que el año pasado, por lo que salieron del torreiro de San Roque para girar a la izquierda en la calle Xuncido y afrontar allí un desnivel todavía mayor, con una rasante y una horquilla en el trazado de 90 grados en la propia meta. En total, recorrieron una distancia de un kilómetro de longitud con un desnivel del 80%, que completaron en un minuto escaso, ya que estos artefactos vuelan sobre el asfalto a casi 100 kilómetros por hora en el caso de los más elaborados.

“Helicóptero de la DGT”, primer premio a la más elaborada.   | // D.P.

“Helicóptero de la DGT”, primer premio a la más elaborada. // D.P. / Judit Bernárdez

El “Helicóptero de la DGT” se llevó el primer premio al más elaborado, seguido de “La casa de Up” y “Esfinge egipcia”, que fueron segundos y terceros, respectivamente. También hubo premios para el más rudimentario, que ganó el de temática Barbie; y para el que ni siquiera pudo llegar a la meta, que se conoce con el nombre de “Era visto”, que fue el conducido por Asier Fernández.

Esta prueba de carrilanas de Campos se celebró por primera vez en 1985, siendo la más antigua de la que se tiene conocimiento. Entre sus grandes impulsores está Gerardo Ferreira, participante desde aquella primera edición y promotor gracias a la Asociación Eixo Tolo. “Las carrilanas forman parte de la tradición de Camos, cada niño construía su carro de bolas y jugábamos con él. Ahora hacemos este campeonato para evitar que no se pierda. Uno de los requerimientos obligatorios que ponemos es que los participantes vengan con buen humor, y siempre cumplen”, explica el impulsor de esta divertida prueba.

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