El tudense Rosendo Bugarín, primer académico numerario de Medicina Familiar de Galicia

El facultativo de Tui ocupa el recién creado sillón, que zanja una “deuda histórica” de la Academia gallega con esta especialidad

El médico tudense Rosendo Bugarín.   // E. González

El médico tudense Rosendo Bugarín. // E. González / EVA GONZALEZ

Tui es cantera de buenos médicos. Y uno de sus más históricos, Rosendo Bugarín, ingresó ayer como primer numerario del recién creado sillón de Medicina Familiar y Comunitaria de la Real Academia de Galicia (RAMG). Según su presidente, el doctor Francisco Martelo, que fue el encargado de imponerle la medalla, “se salda así una deuda histórica para la especialidad, tanto con sus profesionales y con los sentimientos de todos nosotros”.

Al acto, celebrado ayer en la sede de la RAMG, asistieron el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, el alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, o el presidente del Colegio Oficial de Médicos de A Coruña, Luciano Vidán, entre otras autoridades, compañeros de profesión, académicos y familiares, que quisieron acompañar a Rosendo Bugarín en uno de los momentos más especiales de su carrera.

Rosendo Bugarín González nació en Tui en 1961, es doctor en Medicina y Cirugía por la USC, médico diplomado en Sanidad, especialista en Medicina Familiar y comunitaria, en medicina de Urgencias y máster en Bioética. Ejerció de médico de familia primero en la localidad malagueña de Fuengirola, y más tarde en Teo. Entre 2013 y 2016 fue director de Procesos sin Ingreso y Urgencias de la EOXI de Lugo y en la actualidad es el jefe de servicio de Atención Primaria de Monforte de Lemos.

“La medicina de familia, al igual que la bioética, tiene a la persona como centro”

En la intervención de Bugarín no pudo faltar la pandemia, a la que señaló como un punto crítico en la evolución de la especialidad, “produciendo un divorcio entre la gestión y la asistencia, sufriendo una importante regresión que ha llevado a la importante crisis que sufrimos en la actualidad en nuestro ámbito asistencial”. Asimismo, insistió en el fin último de la atención primaria en la salud, que debe ser integral, continuada, permanente y proactiva: “La medicina de familia, al igual que la bioética, tiene a la persona como centro”.

Por último, el tudense expuso a los presentes los problemas éticos a los que se enfrenta un médico de familia y los retos de futuro, con la irrupción de las nuevas tecnologías y las posibilidades de la telemedicina.

El académico numerario del sillón de reumatología, Francisco Javier de Toro Santos, realizó una semblanza de Bugarín: “En estos momentos de gran tensión, nuestro sistema sanitario necesita personas comprometidas que resuelvan los problemas que ha complicado la pandemia, como la desbordada demanda asistencial en atención primaria, las listas de espera o las plantillas envejecidas”, señaló.

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