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El museo de la catedral de Tui recibe una donación póstuma del obispo Manuel Lago

El matrimonio que se encargaba de la conservación del histórico clérigo entrega varios objetos al templo | Entre ellos está un copón, el vaso que guarda el Cuerpo de Cristo

Eduardo Cadenas y Dolores Balseiro, con el obispo Luis Quinteiro-Fiuza y el canónigo archivero de la catedral.

La conocida tudense Ramona Alonso García, que falleció hace un año, conservó varios objetos del arzobispo Manuel Lago González, pues su padre José Alonso Varela le acompañó como mayordomo de cocina en Burgo de Osma, diócesis que rigió el obispo Lago desde su ordenación episcopal en 1910 hasta 1917. Ramona dejó como albacea de dichos bienes al matrimonio Eduardo Cadenas y María Dolores Balseiro para que lo donasen a la catedral, a cuyo decoro y esplendor había dedicado gran parte de su vida. El pasado martes, justamente el día que se cumplía el primer aniversario de la muerte de Ramona, en la sacristía de la catedral de Tui la profesora Dolores Balseiro y su esposo Eduardo, quienes el 6 de enero de este año fueron distinguidos con la condecoración de “Caballero y Dama de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno”, hicieron entrega al obispo de la diócesis Luis Quinteiro Fiuza para el museo catedralicio, en presencia del canónigo archivero Avelino Bouzón Gallego, los objetos pertenecientes al obispo Lago González.

El copón donado. Carlos Ponce

El primer objeto donado fue un copón de cristal con base y tapa de plata. El copón es uno de los vasos o recipientes sagrados que se usa para la custodia del Santísimo Cuerpo de Cristo. Estaba establecido que los vasos sagrados deberían ser de metales nobles, todo de oro o de plata con la copa bañada interiormente en oro, pero en las iglesias con pocos recursos o en caso de necesidad se permitía un copón de cristal. En 1838 el párroco de San Vicente de Mañufe (Gondomar) informa que el 15 de enero en la iglesia parroquial robaron el copón viril y otras alhajas, viéndose obligado a hacer un copón de cristal que “debe ser bendecido antes de incluir las santas formas”. También en el segundo libro de cuentas del Santísimo y Fábrica de San Cristovo de Mourentán figuran en las cuentas de 1901: “Un copón de cristal, catorce reales”.

La segunda donación se trata de un lienzo bordado con puntilla de camariñas y las iniciales M y L, de Manuel Lago. El paño tiene apariencia de toalla, sin embargo, más bien corresponde al “gremial” que se ponía sobre las rodillas del obispo cuando estaba sentado al celebrar de pontifical.

La tercera entrega fue un recordatorio funerario o tarjeta en forma de díptico impreso con motivo de la muerte el arzobispo Lago González en Santiago de Compostela el 18 de marzo de 1925.

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