La Comunidad de Montes de Prado, en Covelo, ya no puede más. “Parece que hay una mano negra”, lamenta su presidente, José Fernández Muradás, que acaba de denunciar ante la Guardia Civil el robo de 400 hierros que utilizaban para cercar los pastizales y evitar que los animales cruzaran la carretera PO-5104 Prado-Avión; una vía con mucho tránsito de vehículos, por lo que el presidente de los comuneros advierte de la peligrosidad actual de la zona, con un centenar de vacas y alrededor de 40 caballos sueltos. Muradás calcula que el robo alcanza los 9.000 euros, pero recuerda que, en total, la Comunidad de Montes de Prado ha denunciado 16 robos en los últimos años, los cuales acumulan 30.000 euros en pérdidas.
Utilizaban el material como cierre para evitar que los animales invadiesen la carretera a Avión
El hurto de los hierros, de 2 metros de alto y 4 kilos de peso la unidad, se produjo en las últimas dos semanas. “Primero robaron 5 o 6 hierros y pensamos que no valía la pena ir al cuartel a poner la denuncia, pero a la semana siguiente se llevaron 105 hierros que formaban el cierre, y luego otros 300 que llevaban 28 años guardados en un galpón propiedad de la comunidad de montes”, cuenta Muradás, indicando que los amigos de lo ajeno también destrozaron la alambrada del cierre.
Pero este no fue el único robo que se produjo en Covelo en la última semana. Según pudo saber Muradás, que además de presidente de los comuneros de Prado es concejal del Concello, también entraron a robar en el Punto Limpio Municipal y en una vivienda privada de Prado, donde se llevaron en torno a 60 hierros. “No creo que sean para chatarra, puesto que había hierros torcidos y no se los llevaron; seguramente sean para hacer un cierre”, cree Muradás.
El punto limpio y una vivienda de la zona también han sido asaltados
La Comunidad de Montes de Prado ya denunció los hechos ante la Guardia Civil y advierte de que hay cámaras infrarrojas del servicio contra incendios en la zona que seguramente hayan grabado a los malhechores.
Un robo por año
“Nos sentimos desprotegidos”, denuncia el presidente de los comuneros, recordando que este no es un hecho aislado. “Plantamos unos olivos para hacer un camino y nos los llevaron al mes; los volvimos a plantar y nos los robaron otra vez”, explica.
Lo mismo sucedió con otras iniciativas llevadas a cabo por la comunidad. Restauraron unos molinos y les robaron las piedras de moler, “moas”; habilitaron un merendero y desaparecieron las mesas y las piedras de una parrilla. Cancillas de hierro y hasta el cuadro de unos interruptores fueron objeto de robo. “Vamos a robo por año”, denuncia Muradás, lamentando que “esto para los comuneros de Prado es una ruina económica y moral”.
