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La “raia” reclama que no se exija prueba negativa a los trabajadores que cruzan la frontera

Agentes de la Guardia Civil recientemente en el Ponte da Amizade entre Goián y Cerveira. | // MARTA G. BREA Carlos Ponce

La Agrupación Territorial de Cooperación Europea del Río Miño (AECT) ha reclamado al Gobierno portugués aclaraciones inminentes tras su decisión de solicitar un test de antígenos negativo para poder entrar al país luso por carretera a partir de mañana 1 de diciembre incluso a las personas que dispongan del pasaporte COVID de la UE. La decisión ha levantado mucha preocupación en los municipios transfronterizos, que ven que, una vez más, se ha tomado una decisión de forma unilateral sin tener en cuenta a las personas que deben cruzar la frontera todos los días para trabajar, obligándolos a un nuevo gasto. Municipios lusos y gallegos remitieron ayer sendas cartas al Gobierno del país vecino para que clarifique su resolución, que textualmente dice: “Se determina la aplicación, con las necesarias adaptaciones, a las fronteras terrestres, marítimas y fluviales de las reglas aplicables a la entrada nacional por vía aérea”. De forma paralela, el vicedirector de la AECT, Uxío Benítez, reclama al ejecutivo español que intervenga y pida explicaciones a Portugal.

La situación que comienza mañana es un nuevo problema para las personas gallegas que diariamente cruzan la frontera para trabajar. Por eso los concellos de la raia reclaman que se tengan en cuenta como excepciones a las personas trabajadoras transfronterizas, ya que cruzan todos los días la fronteras y económicamente les supone una auténtica sangría realizar un test de antígenos diario.

“Estamos expectantes ante la respuesta de Portugal. Esta norma, que especifica que debe haber las necesarias adaptaciones, si se aplica mal entendida puede generar un perjuicio muy grande a todas las personas que cruzan la frontera. Sería un agravio que les pidan el test”, aseguró Benítez.

El nacionalista también quiso poner en tela de juicio la validez del pasaporte COVID europeo si desde la UE se permite a los países miembros exigir otras certificaciones. “¿De qué vale el pasaporte si se le da más garantía a un test de antígenos que a una vacunación avalada a nivel europeo?”, cuestionó.

Desde la AECT se insiste en que la solución en este momento de la pandemia no es cerrar las fronteras como ya se hizo en dos ocasiones con la raia del Miño, dejando un total de 174 días los pasos terrestres cortados, ya que crea más disfunciones a las personas afectadas en los territorios transfronterizos tanto a nivel económico como personal, y no influye a a la hora de mejorar los resultados de los contagios.

Hay que recordar además que en los momentos que se llegó a exigir el certificado de vacunación o una prueba PCR o de antígenos negativa a todas las personas que querían cruzar a uno y otro lado del Miño, hubo días en que se formaron atascos monumentales en la A-55, en dirección a Portugal, con el tráfico parado durante horas prácticamente desde Porriño. Los trabajadores, especialmente, esperan no tener que vivir situaciones parecidas.

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