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El caballo salvaje, un peregrino más

Cuatro “garranos” de la Serra da Groba demuestran el buen carácter de la raza acompañando a un centenar de personas con diversidad funcional en el Camino de Santiago

Un pura raza acompaña a una persona con diversidad funcional. | // D.P.

Una de las mayores manadas de caballos salvajes de Europa ronda los mil ejemplares y está en la Serra da Groba. Caballos de pura raza gallega, conocidos como garranos o burras, que de salvajes solo tienen el nombre, pues se trata de un animal “dócil y tranquilo”, explica Adrián Martins, fundador de Finca Moreiras, un criadero sin ánimo de lucro en Oia cuyo cometido es preservar este singular pedigrí. Destaca Martins que sus condiciones de sociabilidad lo convierten en una raza idónea para paseos, actividades lúdicas o equinoterapia. La combinación de todas ellas puede visualizarse en un documental realizado por Finca Moreiras en el que retratan la iniciativa desarrollada hace un año junto a personas con diversidad funcional. Acompañados por cuatro equinos, un centenar de usuarios de centros de personas con diversidad, realizaron el Camino de Santiago por etapas para “poner en valor el buen carácter del caballo de pura raza gallega”.

Primera etapa del Camino de Santiago con salida desde el Monasterio de Oia. | // D.P.

“Los caballos más generosos del mundo. Vivir el Camino de Santiago con diversidad funcional” es el título del documental que, durante 22 minutos, revive la iniciativa desarrollada por Finca Moreiras hace ahora un año. Una actividad presentada al programa O Teu Xacobeo, pensada antes de la pandemia y que tuvo que adaptarse a todas las circunstancias sanitarias posteriores, como las restricciones de reuniones y los cierres perimetrales. Precisamente por ello, la última etapa, con llegada a la catedral de Santiago, la hicieron en solitario los caballos y los organizadores. “Teníamos de plazo hasta el 19 de noviembre de 2020 para hacer la actividad”, explica Adrián Martins, a quien le hubiera gustado entrar en la Praza do Obradoiro junto a los usuarios para los que fue concebida dicha actividad.

"Comportamiento ejemplar"

La salida arrancó desde el Monasterio de Oia, lugar emblemático y con gran simbología, pues los monjes que lo habitaron antaño ya criaban estos caballos. “El día amenazaba lluvia, pero las ganas eran más fuertes”, comentan desde la organización, que adaptó la ruta a los primeros peregrinos, los usuarios con mayor grado de discapacidad funcional. “El comportamiento de los caballos fue ejemplar, respetaron los tiempos de los usuarios en sillas de ruedas”, comenta Adrián Martins.

Participaron en este peculiar Camino de Santiago usuarios del Centro San Xerome Emiliani, Aceesca, Avelaíña, Centro Juan María y Arela. Cada tramo del Camino lo hizo un grupo de cada asociación. Solo las restricciones sanitarias y la lluvia empañaron esta iniciativa de Finca Moreiras, que ya piensan en repetir a lo grande y ofrecerles al colectivo de personas con diversidad funcional este servicio que deja ver la versión más generosa de los garranos de la Serra da Groba.

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