Los cañones abren fuego en Rande

Cientos de personas participan en la popular fiesta de conmemoración de la batalla

Representación de una de las escenas de la Batalla de Rande, ayer, durante la fiesta. / Marta G. Brea

Representación de una de las escenas de la Batalla de Rande, ayer, durante la fiesta. / Marta G. Brea

Antonio Pinacho

Antonio Pinacho

El reloj del tiempo retrocedió ayer tres siglos en Rande para revivir el célebre combate naval que enfrentó en la ría de Vigo, el 23 de octubre de 1702, a las escuadras anglo-holandesa e hispano-francesa, en el contexto de la guerra de sucesión española.

Las tropas españolas y francesas, a las órdenes del almirante y general Manuel de Velasco y Tejada y el galo François Louis de Rousselet, conde de Châteaurenault, volvieron a unirse para defender el valioso cargamento de oro y plata procedente de Indias frente a la amenaza anglo-holandesa, liderada por el almirante George Rooke. Cientos de personas no quisieron perderse esta cita histórica en el entorno del museo Meirande y acudieron para disfrutar de esta fiesta que cada año se consolida como una de las citas culturales más importantes de Redondela.

Los más pequeños disfrutaron de atracciones de época. // Marta G. Brea

Los más pequeños disfrutaron de atracciones de época. // Marta G. Brea

El evento, organizado por la Asociación Deportiva e Cultural de Rande en colaboración con el Concello, ofreció durante toda la jornada representaciones teatrales, concentración de barcos tradicionales, exhibición de cetrería y rutas en barco guiadas por la ensenada, entre otros atractivos. Estas dos últimas actividades fueron las principales novedades de la fiesta, además de la obra sobre la batalla, dividida en cinco escenas, que contó con nuevos protagonistas.

Vecinos caracterizados de época para la representación de la batalla. // Marta G. Brea

Vecinos caracterizados de época para la representación de la batalla. // Marta G. Brea

La representación de la batalla estuvo protagonizada por un grupo de teatro formado por los propios vecinos de la zona, con medio centenar de figurantes, que ofrecieron a los asistentes un recorrido histórico de los distintos acontecimientos ocurridos hace 315 años. Una obra que, en esta ocasión, se salpicó de toques de humor para hacerla más amena, pero sin perder nunca su contexto histórico.

La celebración estuvo amenizada por pasacalles, juegos para niños, actuaciones musicales y puestos de comida para que los visitantes pudieran permanecer durante todo el día. Además el museo Meirande mantuvo sus puertas abiertas.

Un grupo de personas disfruta de una comida en la fiesta. // Marta G. Brea

Un grupo de personas disfruta de una comida en la fiesta. // Marta G. Brea

La cita continúa durante la jornada de hoy en la que se realizará la recreación del desembarco y el espectáculo pirotécnico en el mar que simula la batalla naval para cerrar por todo lo alto dos días de fiesta de recreación histórica.