1.700 metros cuadrados cubiertos de maleza en pleno centro urbano de Baiona. El antiguo jardín del Liceo Marítimo es una de las últimas parcelas sin urbanizar de la villa real y su ubicación la convierte en una de las más jugosas. El motivo, un “error” del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) y del Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Pepchab) que, según el concejal de Urbanismo, Víctor Muñoz, “se debe corregir”. No es que no existan iniciativas para darle contenido. La propiedad de la finca, la empresa Gallega de Inmuebles y Arrendamientos S.L., pretende construir allí la primera residencia de mayores de la localidad.
El promotor prevé una residencia de entre 70 y 100 plazas
La compañía adquirió la finca hace dos décadas. El desaparecido constructor Enrique Guerrero Serrano pretendía crear allí un balneario de talasoterapia con captación de agua en la playa de A Concheira, a pocos metros. La propuesta no prosperó y ahora su hijo Raúl trata de desarrollar el potencial del espacio. No descarta por completo el centro de terapias con agua de mar, pero ha planteado al Concello la construcción de un geriátrico por tratarse de un “servicio muy necesario” y accesible para los usuarios.
Y es que Baiona es el único municipio miñorano sin residencia de la tercera edad. Acoge en Sabarís el centro de día mancomunado, que no dispone de alojamiento. En Gondomar y Nigrán se reparten hasta cuatro centros, todos privados, aunque con una veintena de plazas concertadas. Pese a que la comarca ha ganado habitantes en los tiempos hasta superar los 45.000 al arrancar este año, no se escapa al envejecimiento poblacional de Galicia. La comunidad gallega es la segunda más envejecida de España, después de Asturias, con una tasa que crece de forma imparable cada ejercicio hasta alcanzar un 207% este año. Esto quiere decir que hay 207 gallegos mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, cinco más que el año pasado.
La finca fue adquirida hace dos décadas para crear un centro de talasoterapia con agua de la playa de A Concheira
Pero en la real villa todavía no existe una residencia de mayores y tan solo haría falta una modificación urbanística para hacerlo realidad. La finca en cuestión aparece tanto en el PXOM como en el Pepchab asociada al Liceo y, por lo tanto, protegida por “interés patrimonial”. Pese a que tanto en el Registro de la Propiedad como en el Catastro figura segregada, confirma el edil de Urbanismo, los planeamientos todavía la consideran parte del Casino y solo contemplan la posibilidad de convertirla en jardín o huerto. El cambio de calificación supondrá “una tramitación de años”, pero el gobierno municipal lo considera “viable” y se dispone a iniciarla, confirma Muñoz.
Huerto urbano en el aire
El proyecto técnico definirá las características del edificio, pero el empresario Raúl Guerrero tiene claro que será “una intervención muy respetuosa con el entorno”, en el que se ubican las antiguas villas balneario – El Gurugú, Villa Rosa, Villa Zoila y Villa Sol, además del propio Liceo–. Los datos de capacidad también se detallarán en el documento técnico, aungue el propietario espera ofrecer un establecimiento con “entre 50 y 80 habitaciones”, lo que dará cabida a “entre 70 y 100 plazas”. En principio, serán privadas, aunque la empresa no descarta gestiones para ofertar algunas concertadas.
Pero se demorará en todo caso y, mientras tanto, el propietario había acordado la creación de un huerto urbano para aprovechar el terreno con el colectivo vigués Epona Terra. La pandemia ha dejado en el aire el cultivo comunitario de verduras y hortalizas, que tampoco está descartado por el momento, según confirman desde la entidad ecologista.
