“Escuchar, apoyar y acompañar”, esta fue la máxima que se repitió a lo largo del II Congreso FEMUPO, celebrado ayer en el Parador de Tui. La jornada, organizada por la Federación Pola Igualdad Das Mulleres de la Provincia de Pontevedra ( Femupo) bajo el título “Protocolos de atención a víctimas de violencia de género” contó con la participaron de diversas profesionales del campo de la igualdad y una treintena de asistentes, pertenecientes al tejido asociativo de la federación y del Baixo Miño, así como agentes y vecinos y vecinas del ayuntamiento de Tui.

Este congreso, con el que se conmemoró el segundo aniversario del nacimiento de Femupo, tenía por objetivo favorecer un mayor conocimiento y comprensión de los protocolos, ayudas, herramientas y recursos disponibles para la atención a las mujeres víctimas de violencia de género.

Después de la inauguración de la mano de Raquel Touriño, presidencia de Femupo, quien recordó el reciente asesinato machista de la coruñesa Mónica Marcos y subrayó la importancia de un vecindario vigilante ante esta problemática social, fue la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, la encargada de abrir el turno de intervenciones. López presentó los recursos que la Administración gallega pone a disposición de las mujeres víctimas de violencia machista y de sus hijos y hijas. Insistió en la necesidad de desterrar cualquier culpa alrededor de ellas: “El único culpable es siempre el asesino”, y de contar con una sociedad concienciada que no mire para otro lado ante estas situaciones.

A continuación, la presidenta de la Asociación de Profesionales de los Centros de Información a la Mujer (ASOCIM), Montserrat González, explicó los protocolos de atención que siguen cada día en los CIM. González desgranó los diferentes tipos de violencia que existen y cómo algunos de ellos, como el económico o lo que se da a través de internet, no son todo lo visibles que deberían. Asimismo, incidió en la idoneidad de una comunicación fluida con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los centros de salud para “poder crear un clima seguro para la mujer”.