Las playas de Nigrán volverán a quedar a oscuras en la noche más corta del año. Por segundo año consecutivo, el Concello prohíbe las tradicionales hogueras de San Juan en los arenales, aunque, estas sí estarán permitidas de puerta para adentro, para lo que se abre el plazo de solicitud de la preceptiva autorización.
El gobierno local considera que, por el momento, no se reúnen las condiciones sanitarias que permitan devolver la celebración a la playa de Panxón. “Estamos en una situación mucho mejor que en el 2020, pero todo indica que, desafortunadamente, todavía no es razonable ni seguro volver a festejar San Juan en Panxón como antes de la COVID-19, cuando se juntaban miles de personas”, señala el alcalde, Juan González.
Descartados ya los arenales, a falta de un mes para la noche del 23 de junio, el Concello estima que sí se podrá cumplir con la tradición en la intimidad familiar y vecinal. Para ello, se abre el plazo para solicitar los permisos hasta el próximo 13 de junio. Los interesados, personas físicas o jurídicas, tienen que dirigirse al Registro del Concello o a la Sede Electrónica, donde deben informar del lugar elegido para realizar la hoguera, así como el nombre y los datos de los responsables de la misma.
Con todo, el gobierno municipal avisa de que, si la situación sanitaria empeora, las fogatas familiares y vecinales también podrán suspenderse. “La posibilidad final de hacer la hoguera está sujeta a la posible normativa que surja”, aclaran desde el Concello, recordando que, el año pasado la Xunta no autorizó ninguna, aunque estaban autorizadas previamente por los Concellos. “Consideramos que, actualmente, las hogueras de los vecinos en sus casas o de las entidades vecinales sí son seguras, pero acataremos siempre lo que digan las autoridades sanitarias”, insiste el regidor de Nigrán.
Condiciones
Los vecinos y vecinas de Nigrán tienen tres semanas para solicitar las autorizaciones para encender las hogueras de San Juan en sus casas o centros vecinales. Estas deberán cumplir una serie de condiciones: el material inflamable deberá estar amontonado con un día de antelación a su quema; no deberán superar los 5 metros de diámetro y 3 metros de altura; la separación entre las hogueras y los edificios, árboles y demás objetos que puedan resultar dañados tendrá que ser de un mínimo de 12 metros; se prohíbe la quema de materiales que desprendan gases tóxicos; y, al finalizar el ritual, los responsables deberán garantizar la completa extinción de las cenizas.
