La Banda de Música Unión de Guláns vuelve a ensayar después de un año y dos meses. La última vez que sonaron los instrumentos en esta parroquia de Ponteareas fue el 13 de marzo de 2020, un día antes de que el presidente, Pedro Sánchez, decretara el estado de alarma para hacer frente a la pandemia del COVID-19.
Los instrumentos dejaron de sonar al unísono entonces, pero, ahora, 14 meses después, vuelve la rutina de los viernes a las 21.00 horas, las partituras y las notas. A todo ello hay que sumar las novedades que incluye el protocolo contra el virus: toma de temperatura, mascarillas y gel hidroalcohólico.
El protocolo incluye toma de temperatura, distancia de 2 metros entre músicos y gel hidroalcohólico
La directora de la Banda de Música Unión de Guláns, Alicia Porto, explica que “cuando supimos que nuestro sector también tenía que parar pensábamos que era cosa de 15 días y que volveríamos a ensayar como si nada, no contábamos que tendríamos que esperar un año y dos meses para volver”. Aclara Porto que, aunque la decisión causó gran tristeza entre los miembros, “la salud colectiva es lo prioritario así que, como no puede ser de otra forma, acatamos la normas y los protocolos”.
Recuerda la directora que esta es la segunda vez que se para el engranaje de la banda. La primera fue en la Guerra Civil, “aunque te diré que cuando estalló, la Unión de Guláns estaba tocando en Alcabre”.
Fue el 7 de mayo cuando se retomaron los ensayos. Esta vez, en la sala multiusos de la Cultural de Guláns, pues es un espacio de grandes dimensiones que se necesitan para mantener las distancias de seguridad entre los músicos. En concreto, dos metros entre ellos y en el caso de los flautistas, tres. “Volvimos con una ilusión y ganas que hasta me sorprendió”, explica Alicia Porto, quien sonríe al recordar que “fue casi como una terapia porque ya necesitábamos tocar de nuevo todos juntos”.
El primer ensayo después de la pandemia estuvo dirigido a técnicas para “desengrasar”, también sonó la “Marcha de las flores”, ya que todo apunta a que el regreso con público de la banda será en las celebraciones del Corpus, en Ponteareas. “Luego ya nos metimos con los pasodobles para celebrar la alegría”, dice la directora.
Antes de entrar a la nueva sala de ensayos, la directora se encarga de tomar la temperatura a los 45 miembros de la banda así como de repartir gel hidroalcohólico. En este sentido, Porto explica que “hay que ser estrictos con los protocolos porque se trata de un tema de salud y antes que la música está el bienestar de mis músicos”.
Requinto y “Resistiré”
La música Noelia Porto es una de esas personas que llevan en la Banda de Música Unión de Guláns . “Toda la vida”, como dice ella. De hecho, ella es la quinta generación de una familia que está vinculada a la banda.
Es por esto que cuando se enteró que los ensayos paraban por culpa del COVID-19 “sentimos una gran tristeza porque además justo ese año íbamos a celebrar el 150 aniversario de la banda con un montón de actividades, pero no pudo ser”.
Con todo, el confinamiento y el estado de alarma no lograron silenciar el requinto de Noelia Porto y, junto a su padre, tocaban en el terreno de su casa para animar a los vecinos y a las vecinas, “que nos lo agradecieron, nos mandaban mensajes diciéndonos que así se llevaba mejor la situación” . Incluso, cuando llegaba el momento “Resistiré” otras personas se unieron a sus instrumentos e interpretaban la canción.
Ahora, el objetivo, dice Noelia Porto, es “retomar la rutina, seguir con los protocolos para no tener que volver a parar” y que vuelvan a sonar los pasodobles con el tempo de la Banda de Música Unión de Guláns.
