Mónica Navarro Marín busca respuestas. A sus 48 años esta lucense residente en Barcelona dedica sus ratos libres a intentar recomponer las ramas de su árbol genealógico para dar con el paradero de los descendientes de la madre de su madre, Carmen Sofía Marín Giménez, a quien nunca conoció. Todas sus investigaciones la dirigen a Tui, donde nació su abuela en 1895 en el número 13 de la calle Ordóñez. Cuanto más averigua más ganas tiene de continuar resolviendo las incógnitas que rodean su pasado familiar.
Comenzó su investigación hace 15 años cuando visitó Tui, pero no ha sido hasta hace mes y medio, con motivo de un viaje de su hermana a Galicia, cuando ha sacado de un cajón los documentos hallados en aquel primer intento por "saber qué pasó con mi abuela" para retomar sus pesquisas. Estas se sustentan en dos fotografías antiguas y un certificado de matrimonio que le ayudó a encontrar Avelino Bouzón, el canónigo archivero de la catedral de Tui.
Sabe de su abuela que se casó en 1914, a los 19 años, con José María Muerza Villar, de 30 años. La diferencia de edad entre ambos y su reciente embarazo poco después de la muerte de su marido, hacen que Mónica sospeche que dicho enlace fue un matrimonio de conveniencia. De hecho, en la propia partida matrimonial aparece escrito "matrimonio convenido", "no sé que significaría eso antiguamente, aunque al sacerdote que encontró la partida le sorprendió mucho que se habían saltado el protocolo de la iglesia", dice Mónica. Con este documento también pudo conocer que acudió a la boda el exalcalde tudense José Sarmiento Ozores y que ejerció como testigo Manuel Cela Fernández, tío del escritor Camilo José Cela.
José María murió en 1933 y en 1936 Carmen Sofía daba a luz en Lugo a Carmen, la madre de Mónica. "Yo creo que mi abuela con su marido nunca tuvo hijos y, cuando enviudó, conoció a otro hombre que la engañó, o vete tú a saber, se quedó embarazada y huyó del pueblo porque por aquel entonces estaba mal visto", cree su nieta. Fruto de ese romance desconocido nació Carmen. "Mi abuela dejó a mi madre con una familia lucense y años después la fue a buscar; luego malvivieron como pudieron, durmiendo en trenes, vendiendo las joyas que le quedaban a mi abuela y viviendo en pensiones", todo ello hasta que "mi madre se quedó embarazada con 16 años y mi abuela la metió en las Hermanas Trinitarias de Vigo; años después la avisaron de que mi abuela se había muerto y se quedó completamente sola y con una hija pequeña a la que criar", cuenta Mónica.
Sobre su abuelo no sabe absolutamente nada. "Mi abuela siempre le dijo a mi madre que a su padre lo había matado un tren", apunta Mónica, a quien las fechas no le cuadran, pues supo hace poco a través de un recorte de un periódico de la época que encontró por internet que José María Muerza había sido arrollado por un fren en Madrid en 1933. Tres años antes del nacimiento de Carmen.
"Mi abuela ocultaba muchas cosas", concluye Mónica, cuyas indagaciones la llevaron a averiguar que sus restos descansan en una fosa común en el cementerio vigués de Pereiró. También sabe que los padres de su abuela fueron José Marín López y Sofía Giménez de Cuenca y que tuvo dos hermanos: Lorenzo y Dolores Marín Giménez. Que procede de familia de militares y que su abuela era una "señora de alta clase porque aparece en la foto con un abrigo de visón", son algunos de los datos que ha podido añadir a su investigación.
"Algunos de mis hermanos me dicen que estoy como una cabra; pero, ¿y si llego al final y encuentro realmente lo que estoy buscando? Familiares de mi madre", confiesa Mónica Navarro, quien agradece cualquier dato sobre su abuela que la ayude a descubrir los misterios de su pasado familiar.
