Redondela amaneció ayer con un manto de color en sus calles. Un trabajo artesanal realizado con gran esfuerzo durante toda la noche por las alfombristas para honrar el paso de la Virgen "A Gabacha" y el Santísimo en la procesión del Corpus Christi. El arte floral atrajo a miles de personas a la villa de los viaductos para admirar esta manifestación cultural y disfrutar del día grande de las Festas da Coca, declaradas de Interés Turístico de Galicia, donde se combinan los aspectos religiosos y profanos.

Los tapices vegetales mezclaban la temática católica, como las que adornaban el atrio de la iglesia de Santiago o la plaza trasera de la Casa da Torre, con el resto de calles con figuras geométricas o dibujos artísticos, como la figura de Xan Carallás, el personaje que según la leyenda popular fundó la villa de Redondela, un pavo real o el dragón de la Coca, entre otros. Unas auténticas obras de arte realizadas a base de pétalos de colores, arena y sal, fruto de la labor altruista de decenas de personas durante varias semanas para preparar todo el material con el objetivo de engalanar las calles para la tradicional fiesta.

Como cada año, uno de los momentos más esperados fue la original Danza das Espadas y Penlas, un espectáculo único cuyos orígenes en el municipio se remontan al siglo XVI. Los bailarines, en esta ocasión, lucían un crespón negro como muestra de luto por el fallecimiento el pasado 29 de mayo de tres jóvenes de la localidad en un trágico accidente de tráfico en la AP-9 en Vigo. La primera de las representaciones se hizo junto a la iglesia de Santiago al término de la misa mayor, después de que la imagen de "A Gabacha" saliese del templo a hombros de los costaleros, acompañada del Santísimo bajo palio portado por el obispo de la diócesis Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza.

Sin alcaldesa

La procesión discurrió a paso lento por las calles del casco viejo encabezada por los niños de primera comunión y los danzantes. Tras la virgen, la comitiva religiosa presidida por el obispo y numerosos sacerdotes. La comitiva no contó con la asistencia de la nueva alcaldesa, la socialista Digna Rivas, en cumplimiento del acuerdo plenario aprobado en 2015 para suprimir la presencia institucional en las manifestaciones de carácter religioso. Los únicos representantes de la corporación que acudieron fueron varios ediles del Partido Popular -entre los que faltaba el exalcalde Javier Bas-, además del diputado autonómico Alberto Pazos.

En su recorrido por las calles se realizaron las otras dos paradas habituales en las plazas de la Casa da Torre y Constitución, en las que los asistentes pudieron contemplar de nuevo la representación de la Danza das Espadas junto a las "penliñas".

Los niños disfrutaron de los gigantes y cabezudos, que lucían como nuevos tras su reciente restauración, y también tuvieron la oportunidad de fotografiarse y montar en el popular dragón de la Coca y su insaparable guía, Benito Cascallo, además de los "diablillos" que recorrieron las calles.

La jornada concluyó con una verbena amenizada por la Orquesta Pasarela en el Campo da Feira.