El santuario de A Franqueira recibió ayer a miles de romeros procedentes de diversas comarcas del sur de la provincia: Condado Paradanta, A Louriña, O Morrazo, Baixo Miño, Val Miñor y Redondela. Más setenta imágenes de otras tantas parroquias fueron llevadas a hombros o en tractores a primera hora para cumplir, un año más, el hermanamiento histórico de las parroquias. Este año los asistentes fueron más numerosos que en otras ediciones, según la percepción de algunos de los presentes.

Ya desde antes del alba las parroquias partieron a pie desde diversos puntos, avisando de su salida con el lanzamiento de cohetes. Antes de las 5 de la mañana las comitivas estaban cruzando caminos entre los bosques, llevando a hombros las imágenes. Algunas parroquias adornaron tractores con flores o situaron a las santas dentro de urnas de cristal colocadas en remolques, lo que algunos asistentes comparaban con el "papamóvil", sin cristales blindados.

Las parroquias de A Cañiza peregrinan al santuario de A Franqueira

Las parroquias de A Cañiza peregrinan al santuario de A Franqueira

Muchas de las procesiones se unieron en cruces de caminos para subir juntos y algunas dispusieron de autobús y coche escoba para los fieles más rezagados que fueron por las carreteras. La comitiva que llegó de Cangas lo hizo sobre ruedas.

Los actos religiosos estuvieron presididos por el obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, monseñor Luis Quinteiro Fiuza, quien destacó la importancia de los jóvenes que acuden a la romería. Este año la ofrenda fue realizada precisamente por jóvenes de la diócesis de Tui-Vigo. "Os mozos e mozas que están aquí, están como testimonio de que a Nosa Señora pode contar cos xóvenes do noso tempo", explicó el obispo.

Quinteiro Fiuza destacó la importancia del santuario dentro de la diócesis y dijo "é un regalo moi grande de Deus" . También se refirió al centenario de la Xeración Nós, que tiene lugar el año próximo, y destacó que los que la formaban encontraron "neste santuario unha expresión marabillosa do que somos como pobo". De esta manera, el obispo se refería a las visitas de Otero Pedrayo, Ramón Cabanillas, Antón Losada Diéguez al Santuario tras pasar largas temporadas en Mondariz Balneario. Durante su discurso también se refirió a la necesidad de que los mayores estén menos solos, en una época actual que parece atender todas sus necesidades, pero no la soledad.

Rito ancestral

La fiesta de As Pascuillas es una celebración multitudinaria cuya antigüedad no se conoce, pero que los mayores recuerdan "de toda la vida". Ayer, como cada año, en el lunes de Pentecostés, coincidiendo con la romería del Rocío andaluz, la "romaxe" contó con el rito de bienvenida ancestral. Se trata de cruzar e inclinar reverentemente por tres veces la cruz, el pendón y el estandarte con los respectivos que llegan de cada parroquia. Lo mismo hacen los portadores de la imagen de la Virgen del Rosario que salen al encuentro de los porteadores de cada imagen visitante haciendo tres genuflexiones ante ellos y abrazándolos cuando se encuentran. "Se trata de un acto propio de la Edad Media, que ha sobrevivido muchos siglos y que aún hoy llena de lágrimas los ojos de aquellos que vienen en peregrinación", afirma Javier Alonso Docampo, rector del Santuario.

Precisamente el rector, a quien el obispo dedicó unas palabras por su dedicación, se encargó de dirigir la entrada de cada parroquia a la carpa instalada a tal efecto dotado de un micrófono de diadema.

Quinteiro Fiuza también dedicó unas palabras para el sentido lúdico de la celebración al decir "esta é una romería de misa e mesa" e invitar a los asistentes a disfrutar del encuentro. A lo largo de toda la zona se instalaron multitud de puestos de comida, carnes de todo tipo o pulpo á feira, pero la mayoría de los asistentes llevaron sus viandas de casa para participar en comidas campestres con familia, amigos y vecinos.