Los romanos levantaron una fortaleza defensiva de varias hectáreas en el Faro de Budiño, en Porriño; un lugar en el que, además, había un asentamiento romano construido, posiblemente, hace unos 1.200 años. Estas han sido algunas de las conclusiones iniciales a las que llegaron los arqueólogos Francisco Alonso, Oria Ferreiro, Mario Fernández, José Carlos Sánchez y Tania Rial, de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), y que durante su trabajo sacaron a la luz restos de una edificación, de tejas, cerámica y vidrio que, según indicaron, podrían ser de la época 'tardo-antigua', a la que los científicos se refieren como 'siglos oscuros', un dato que ahora deberá confirmar un laboratorio estadounidense al que se envía material de la excavación para realizar las pruebas del "Carbono 14".

El concejal de Medio Ambiente, Marcelino Coto, junto con el presidente de la Comunidad de Montes de Budiño, José Luis Martínez, visitó los restos y mantuvo una reunión con el equipo de arqueólogos con la finalidad de "decidir cuáles serán las medidas que vamos a tomar desde el gobierno local para preservar y facilitar el estudio de este importante hallazgo que es patrimonio de todos los porriñeses".

"La intención es que el Concello, junto con la Diputación de Pontevedra, impulse y facilite la continuidad del trabajo, que se lleve adelante un proyecto de conservación y recuperación en este lugar y que pueda ser visitado por los porriñeses con especialistas que expliquen su importancia y su historia", explica Coto.

El concejal destacó el hecho de que, como indicaron los arqueólogos, "hasta hoy no se había hecho una excavación así en un yacimiento semejante en toda Galicia, y que se tratara de una acrópolis que formaba parte de una construcción con tres líneas de murallas, que pudieron ocupar, en conjunto, unas 11 hectáreas, haciendo del Faro de Budiño una gran fortaleza en altura", como destacó Mario Fernández.