As Pascuillas une a las vírgenes

Sesenta imágenes suben al santuario de A Franqueira para celebrar su hermanamiento

Las imágenes salen en procesión, ayer, en A Franqueira.   | // A. GUTIÉRREZ

Las imágenes salen en procesión, ayer, en A Franqueira. | // A. GUTIÉRREZ

D.P.

La cita con la devoción de las parroquias del sur de la provincia de Pontevedra se celebró en el santuario de A Franqueira, con la presencia de unas 60 imágenes procedentes de medio centenar de aldeas de las comarcas que rodean a los montes de Paradanta.

El mal tiempo hizo una pausa en el carrusel de borrascas para la celebración de la romería de As Pascuillas, que reunió en este santuario de A Cañiza a varios miles de personas, como cada lunes de Pentecostés.

Llegadas desde los cuatro puntos cardinales, las procesiones con las imágenes fueron recibidas a primera hora con sus ritos ancestrales en los que se saludan todos los elementos que conforman las comitivas: estandartes, pendones, cruces parroquiales e imágenes, que posteriormente se sitúan en el lugar reservado por la parroquia en el outeiro, donde se instala una gran carpa para las misas.

Llegada de una de 
las peregrinaciones 
al Santuario.  // Anxo Gutiérrez  | // ANXO GUITÉRREZ

Llegada de una de las peregrinaciones al Santuario. // Anxo Gutiérrez | // ANXO GUITÉRREZ / D.P.

Desde las seis de la madrugada, las peregrinaciones caminan por corredoiras y pistas forestales para llegar al santuario. Algunas parroquias llevan sus santas y santos a hombros y otras usan tractores o camiones ataviados con flores para la ocasión. En algunos puntos del camino se unen tres o cuatro parroquias que suben juntas, dando preferencia a la imagen que más tiempo lleva subiendo, aunque esas cuentas se han perdido con el paso de los años. Cada año alguna parroquia deja de subir al no reunir suficientes voluntarios o voluntarias y por la contra, otras se incorporan.

El rector del santuario, Javier Alonso Docampo, mostró ayer su satisfacción por el auge de esta romería “como signo de permanencia de esta larga tradición de siglos.” Además destacó una constante renovación ya que mucha gente joven acompaña a las comunidades parroquiales a pesar de la decadencia del mundo rural y el envejecimiento de la población. “A pesar de todo unas sesenta imágenes de la Virgen y de los Patronos asistieron este año a As Pascuillas”, dijo.

El obispo Quinteiro Fiuza presidió la misa.

El obispo Quinteiro Fiuza presidió la misa. / D.P.

Misa solemne

Durante la misa solemne, la parroquia covelense de Piñeiro fue la encargada de la ofrenda a través de la que se realiza una petición para que el campo de buenos frutos en las próximas cosechas, no lo hacía desde hace 33 años.

La misa estuvo presidida por el obispo emérito de la Diócesis de Tui Vigo, monseñor Quinteiro Fiuza, que definió la jornada como “muy importante” en la devoción mariana. “Celebramos el Día de la Fiesta de María, madre de la Iglesia”, dijo el prelado.

Fiuza se refirió a la tradición de As Pascuillas y señaló que los asistentes “sentimos que nuestros antepasados vienen con nosotros”. Comentó así que uno de los asistentes le relató que llevaba más de 50 años acudiendo a la fiesta de forma ininterrumpida.

Tras la misa solemne celebrada debajo de la carpa, y en la que las imágenes son colocadas en fila rodeando el espacio de cara al interior del recinto, sale la procesión en la que las distintas parroquias desfilan juntas hasta la iglesia, que circundan para volver al lugar de partida.

A partir de las 15.30 horas, las distintas comitivas emprendían el camino de regreso con un rito de despedida similar al de llegada.

Las personas asistentes aprovechan la asistencia al santuario para participar de la fiesta en el aspecto más lúdico. Se instalan puestos de comida tradicional, de pulpo á feira y distintos grupos se sitúan para comer juntos en diferentes espacios de la zona.

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