El niño Álex Guntín nació hace seis años y sufre parálisis cerebral desde que vio la luz. Otra luz le viene acompañando desde ese momento: la solidaridad. Gracias a esta respuesta de las personas, ha podido tener en cada momento los que necesitaba para combatir su enfermedad y poder llevar la mejor vida posible. Por eso luchan sin cuartel sus padres y les apoyan miles de donantes de tapones, colaboradores. La suerte ha llamado de nuevo a su puerta y las pruebas realizadas en el Centro de Daño Cerebral y Neurociencias Miguel Domínguez, de Pontevedra. le confirman como apto para recibir tratamiento a través de un equipo de alta tecnología, el Lokomat, el único infantil existente en Galicia.

Vanessa Álvarez, la madre del pequeño explicó ayer que "en agosto comenzará con este tratamiento. Me gustaría que los padres de otros niños gallegos supieran que existe esta oportunidad apta para niños". Ayer seguían en Madrid, donde el pequeño sigue otro tratamiento, Thervit, gracias a la ayuda de la Fundación Seur. "Es intensivo durante un mes, tres horas diarias", explica la madre que sigue colaborando con el Banco de Tapones del Baixo Miño y tiene esperanzas en que el mes de agosto sea definitivo para un avance en la movilidad del pequeño.

Lokomat es una rehabilitación robotizada pediátrica. Como explica el doctor Alberto Domínguez se utiliza "para rehabilitación neuropsicológica y es uno de los dos equipos existentes en España que pueden tratar a pacientes infantiles que sufren daño neurológico en movilidad de los miembros inferiores. Álex es un niño que sufre leucomalacia periventricular con tetraparexia espástica. Por eso tiene la musculatura poco desarrollada y eso le impide caminar y le provoca muchísimos dolores".

Los padres deberán estar con el paciente durante el tratamiento, al ser el niño tan pequeño. El aparato le educará para caminar. Cuanto antes se aplique, mejor, por la plasticidad cerebral, recomienda el especialista.

Durante las sesiones el niño realiza los movimientos para caminar, llamando su atención con imágenes. Si el Álex camina mal, la máquina se parará, describe Alberto Domínguez.

El tratamiento de aplica después de realizar un estudio individualizado. En el caso de Álex será tres veces por semana, durante un mes o mes y medio. Después llegará la fase de revaluación "para saber el progreso conseguido, comprobar y valorar si el sistema le ha ayudado, o no". Las mejoras sustanciales se notarían en su movilidad y equilibrio, en el tránsito intestinal y en su autoestima, avanza.

A la hora de hablar de costes, afirma el facultativo que "es asumible para las familias".