No cree en fórmulas mágicas que permitan reconvertir a los violentos en personas pacíficas y asegura que la rehabilitación social de los maltratadores "ha sido un fracaso". Para combatir la violencia ejercida contra las mujeres, el psiquiatra forense Park Dietz propone, sin excepciones, "encerrar a los maltratadores y liberar a las víctimas".

Dietz -que ha colaborado con la justicia estadounidense en numerosos casos de asesinato y ha prestado su apoyo a la CIA y el FBI en un buen número de investigaciones- disertó ayer, dentro de la segunda jornada del XIV Congreso de Psiquiatría Legal que se celebra desde el miércoles en el Parador de Baiona, sobre la "Violencia criminal en el ámbito familiar".

"Creo que las soluciones más importantes a la violencia doméstica pasan por que la sociedad ayude a las mujeres a huir de sus maltratadores y por que trate a estos hombres como a cualquier otro criminal", indicó Park Dietz en una comparecencia previa al inicio de su charla.

El psiquiatra esbozó además un perfil del maltratador. "Un 20 por ciento de los hombres que son violentos con sus familias lo son también fuera, mientras que el 80 por ciento restante tiene problemas de personalidad que les hace emocionalmente inestables", explicó. Además, agregó que "muchos consumen drogas y alcohol y otra parte importante son, simplemente, cobardes inadaptados".

Defendió con firmeza que resulta un "esfuerzo inútil" reconducir las vidas de estos hombres a quienes la actuación de la justicia "no les afecta mientras no tengan algo que perder, como un trabajo o su patrimonio".

Teresa Gisbert

Entre los ponentes que intervinieron ayer en el congreso de psiquiatría destacó también la fiscal del Menor de Valencia, Teresa Gisbert, quien se refirió a la memoria de la fiscalía general del Estado para asegurar que en 2004 se produjo "un aumento del 28 por ciento de los casos de violencia ejercida de hijos a padres".

Entre las razones que pueden influir en esta tendencia al alza de los comportamientos violentos entre los adolescentes -"sobre todo entre los 14 y los 16 años", apuntó Gisbert-, la fiscal aludió a que "la sociedad es cada vez más violenta y también influyen los modelos que conducta que los niños tienen a su alrededor, en la casa o la familia, o los que se ofrecen desde distintas alternativas de ocio (videojuegos o películas) o a través de los medios de comunicación".