“No hay escritura en soledad. La escritura es un trabajo en equipo”. Así se refirió ayer a la creación literaria María Folguera, dramaturga, narradora y gestora cultural. Sin embargo, tradicionalmente se ha transmitido una imagen de la mujer escritora como una persona solitaria, lo que no es cierto. “Aunque el escritor esté escribiendo solo, siempre hay alguien al otro lado de la puerta, ayudándole”, aseguró la escritora en el Club FARO, donde presentó su tercera novela, “Hermana. (Placer)” (Alianza Editorial), en la que homenajea a las escritoras a quienes admira, como Elena Fortún, Rosa Chacel, Carmen Martín Gaite, Santa Teresa de Jesús, María Lejárraga, Carmen Laforet, Matilde Ras y Elvira Lindo, y revisa y rompe con el “sufrimiento mitificado” que ha acompañado a las mujeres escritoras a lo largo de la historia, al mismo tiempo que explora la relación maestra-discípula.

“Afortunadamente, ahora se está revisando la obra de las escritoras, pero cuando yo era estudiante, la mujer escritora estaba marcada por lo trágico, se ponía el foco en el fracaso vital, y esto era algo que a mí me pesaba mucho”, explicó durante la conversación que mantuvo en el MARCO de Vigo con la periodista Lucía Trillo. “Mientras que entendemos a nuestros escritores en sociedad, rodeados de amigos y de otros artistas, a la escritora se la dibuja aislada. Vivimos en una cultura que nos presenta a los hombres como héroes y a las mujeres como mártires”, aseguró Folguera, quien añadió que, en este contexto, la culpa es el sentimiento predominante en la mujer: culpa por disfrutar de una tertulia con las amigas, culpa por tener éxito, culpa por amar. Mientras que el hombre no oculta su placer por la vida, para la mujer es algo casi indecoroso en una sociedad en la que ella vive por los demás. Y en este sentido, se preguntó si la mujer del siglo XXI aún arrastra parte de esta sensación de culpabilidad.

Precisamente los buenos ratos de las escritoras es lo que centra el trabajo de investigación de la protagonista de la novela, que trabaja en la “Enciclopedia de buenos ratos de las escritoras”, un proyecto que a Folguera le sirve de excusa para dar otra visión de las escritoras españolas.

Paralelamente a la ejecución de esta enciclopedia, la novela presenta a dos amigas y la amistad que las une a pesar de tratarse de dos mujeres antagónicas: una vive en una casa familiar, tiene una hija y escribe, mientras que la otra es una actriz y cantante con una vida muy ajetreada. La novela sigue así dos caminos entrelazados en los que la voz de la narradora pasa de la primera a la segunda para confeccionar una trama marcada por la pandemia.

La relación maestra-discípula que mantuvieron Carmen Laforet y Elena Fortún tiene un importante peso en esta novela, que también pone en valor la literatura infantil. “La literatura infantil tiene poco predicamento desde un punto de vista del prestigio, cuando es la que nos marca como lectores”, aseguró.

En su caso, quien la marcó, no solo como lectora, sino también como escritora, es Elena Fortún, la autora de la serie de libros de “Celia”, y que es también un ejemplo de que la literatura se construye con redes. Fue por mediación de otra escritora, María Lejárraga, autora de “El amor brujo” (que, como todas sus obras, firmó su marido, el dramaturgo Gregorio Martínez Sierra), que consiguió publicar sus artículos en el suplemento “Gente menuda” del “ABC”.

Asimismo, sus dos libros para adultos, “Celia en la revolución” y “Oculto sendero”, vieron la luz muchos años después de su muerte, gracias a que otras mujeres se preocuparon de guardarlos. Se trata de dos obras que tendrían que haber sido destruidas, pero que, afortunadamente, no lo fueron. Sobre hasta qué punto es lícito publicar un texto que un escritor no quiere que vea la luz, Folguera aseguró que no es el primer caso y, además, existen pistas de que, en un momento determinado, su autora quiso que vieran la luz. “Cuando alguien escribe algo, una novela, una carta, está buscando un interlocutor”, afirmó.

La autora de “Celia”, una figura indispensable en la vida y obra de María Folguera

María Folguera (Madrid, 1984), filóloga, escritora, dramaturga y directora artística del Teatro Circo Price de Madrid, comenzó a dirigir en 2019 el proyecto “Sendero Fortún” para el Centro Dramático Nacional, un trabajo de investigación sobre la vida y obra de la gran escritora española de literatura infantil y juvenil Elena Fortún (Madrid, 1886-1952), una figura crucial en su vida personal y artística. En este sentido, explicó que la escritora madrileña estuvo siempre presente en su vida, desde que, siendo niña, se inició en la lectura con los libros de “Celia”, aunque reconoce que no fue hasta que se encontró con las reediciones de sus obras cuando se percató de su influencia. Este trabajo de investigación culminó con la creación de dos obras de teatro: “Celia en la revolución” y “Elena Fortún”. Ambas obras se estrenaron en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, donde permanecieron en cartela, la primera en noviembre de 2019 y la segunda del 18 de febrero al 8 de marzo de 2020. En “Hermanas. (Placer)” habla también de Carmen Laforet, una mujer “muy generosa con las artistas jóvenes”, afirmó Folguera, y con quien Fortún mantuvo una larga correspondencia; de Carmen Martín Gaite, y de Elvira Lindo. La novela da muchas claves para entender el momento vital de estas escritoras y también su producción literaria.