Un Celta por debajo de sus posibilidades

El gran esfuerzo económico del club para dotar de estabilidad al equipo no se corresponde con su pobre rendimiento en el campo

El incremento del límite salarial hasta los 81,3 millones y 40 millones en fichajes no han evitado los problemas para mantener la categoría

Solo Almería y Sevilla presentan mayor desfase negativo entre gasto y posición en la tabla

Los jugadores del Celta, durante un entrenamiento.

Los jugadores del Celta, durante un entrenamiento. / Ricardo Grobas

El Celta vive por muy debajo de sus posibilidades. El gran económico esfuerzo realizado por el club para dotar estabilidad al equipo tras años de coqueteo con el descenso y la alta inversión en fichajes está lejos no se corresponde con el pobre rendimiento del conjunto celeste en el campo. El desfase entre el gasto realizado y la posición que el equipo ocupa en la tabla es notable. Solo el Sevilla, que transita por la zona baja con la tercera plantilla más cara de LaLiga, y el Almería, prácticamente ya desahuciado, presentan mayor desajuste entre gasto y clasificación, mientras que el Villarreal, al igual que el equipo celeste, marcha en la tabla siete puestos por debajo de lo que debería en relación al dinero que maneja.

El Celta se gastó el pasado verano 35 millones de euros en ocho fichajes y contrató a Rafa Benítez, un técnico de reputación mundial, para intentar acabar con los graves problemas que tuvo para mantener la categoría de la temporada precedente y otras anteriores. El club vigués fue el tercer equipo de LaLiga que más dinero se gastó en reforzar su plantilla, tras el Real Madrid, con 129 millones, y el Almería, un recién ascendido con posibles que se gastó 51,5 en 11 contrataciones.

La inversión en fichajes se complementó con un importante aumento de los sueldos, entre otras cosas para dar encaje al de Benítez, el técnico mejor pagado de la historia del club. El tope salarial se amplió en casi 12 millones, de los 68 del pasado curso a los 79,8 el verano y volvió a incrementarse (gracias al seguro por la lesión de Aidoo y la rescisión del contrato de Marchesín) en enero en 1,3 millones más para dar cabida a los fichajes invernales. (Jailson, Javier Manquillo y Tadeo Allende) y fijarlo por encima de los 81 millones, el más alto de su historia.

La alta inversión en fichajes y el notable incremento de los sueldos incidió en el aumento del presupuesto, que por primera vez en la historia del club superó los 100 millones. Semejante esfuerzo económico no ha tenido correspondencia en el terreno de juego. Consumidos dos tercios del campeonato, la distancia con los puestos de descenso es de solo 3 puntos y el equipo carece de la regularidad necesaria para pensar que va a vivir un final de curso diferente al de hace uno año. Ni la trayectoria del equipo, que ha estado más jornadas en descenso que fuera de él, ni el juego, que no acaba de asentarse sobre un modelo claro, ni los resultados invitan al optimismo. El propio Benítez, al que se fichó para cambiar las cosas, asume que al Celta le espera otra temporada de sufrimiento. “Nuestra realidad es luchar por eludir el descenso y si no queremos ver nuestra realidad nos equivocamos”, declaraba antes del partido contra el Barcelona el técnico, que incidía en el hecho de que son ya unas cuantas las temporadas en las que el conjunto celeste tiene que esperar a la última jornada para certificar la salvación.

Lo cierto es que la realidad no es mejor que la del pasado curso. Los celestes suman 11 puntos menos que la pasada temporada y presentan la quinta peor puntuación de la historia a estas alturas de competición en vísperas de medirse al Cádiz, su principal enemigo por huir de la quema, en el Nuevo Mirandilla y recibir luego en Balaídos al Almería.

En comparación al nivel de gasto, la situación del Celta en la tabla es también de las peores de LaLiga. Solo el Sevilla, un equipo en horas bajas pero acostumbrado a pelear casi cada temporada por la Liga de Campeones, y el colista, Almería, presentan mayor desajuste entre lo que destinan a pagar a su plantilla y la posición que ocupan en la clasificación.

El peor de campeonato es el conjunto nervionense, tercer equipo con mayor límite salarial y peso pesado de la última década en LaLiga, al que la gasolina solo le ha dado para ser decimoquinto. La diferencia entre lo que destina a sueldos y la posición en la tabla es de 11 puestos.

El Almería ocupa la vigésima y última plaza tras una gran inversión en fichajes y es el undécimo en el escalafón salarial, justo por detrás del Celta, con una distancia entre gasto y clasificación de 9 posiciones. El conjunto almeriense es el único del torneo que no ha ganado un solo partido tras 25 jornadas.

Los siguientes que mayor desajuste acusan son el Celta y el Villarreal. Los celestes son los décimos en gasto en plantilla, pero no pasan de la decimoséptima plaza, mientras que los castellonenses ocupan el decimotercer puesto con el sexto mayor tope salarial del torneo. En ambos casos la diferencia es de siete posiciones.

En el lado opuesto, con un rendimiento muy por encima de sus posibilidades económicas, se encuentran el Girona, gran revelación del campeonato, y los recién ascendidos Las Palmas y Deportivo Alavés. El conjunto de Míchel es segundo y fue líder durante un buen número de jornadas con el decimoquinto nivel de gasto en sueldos, 13 posiciones por encima de sus “teóricas” posibilidades.

En su retorno a Primera División, Las Palmas vive una temporada de lo más tranquila, instalada en la novena plaza, a 4 puntos de los puestos europeos, con el segundo límite salarial más bajo de LaLiga (33,7 millones). El último puesto en gasto lo ocupa el Deportivo Alavés, con 31,2 millones que no le han impedido escalar hasta la duodécima plaza, con 8 puntos más que el Celta.

Suscríbete para seguir leyendo