La Real desnuda las carencias del Celta

El conjunto vasco, con un Brais superlativo, ningunea con muchas bajas al equipo de Benítez, plano y sin plan de juego

Larsen trata de llegar a un balón.

Larsen trata de llegar a un balón. / Ricardo Grobas

A lomos de un superlativo Brais Méndez, la Real Sociedad devolvió al Celta a la cruda realidad de LaLiga. No pasó factura al conjunto de Imanol la plaga de bajas con que afrontaba el choque ni necesitó el técnico vasco recurrir a todo su arsenal. Le bastó con un puñado de canteranos para dar un repaso a un Celta plano, sin mordiente ni plan de juego. Como tantas otras veces ha ocurrido este curso el conjunto de Benítez salió pasmado al campo, recibió un gol a la primera de cambio y no fue capaz de reaccionar frente a un adversario que impuso su calidad con la pelota, superó a los celestes en todos los duelos y les hizo bailar a su son.

La derrota confirma los peores temores sobre las dificultades de este equipo para hacer daño al adversario en el juego posicional (tampoco le funcionó ayer el contragolpe) y dibuja un oscuro panorama de cara a la eliminatoria copera que ambos equipos volverán a disputar en unos días en Balaídos..

zaga de cuatro y de cinco

Prefirió Benítez no repetir de partida la defensa de tres centrales que le funcionó para rebañar un empate en el Reale Arena en la primera vuelta. Con piezas distintas, volvió el técnico céltico a la defensa de cuatro con el que el equipo ha venido jugando habitualmente. Sí apostó por alinear a tres centrales Imanol, lo que no impidió a su equipo manejar con soltura la pelota frente a un rival conformista y mal colocado. Encontró siempre el conjunto vasco un hombre libre saltar la línea de presión de un Celta dedicado a perseguir sombras. Ni una sola jugada con la pelota consiguió hilvanar el equipo de Benítez, que se perdió en un mar de imprecisiones y tardó más de una hora en disprar por primera vez contra el portal de Remiro

Las evidentes dificultades para dar dos pases seguidos, pero sobre todo la facilidad con que el rival superaba sus líneas llevaron a Benítez a situar a Renato Tapia como tercer central, con cierta mejoría defensiva pero nula capacidad de hacer daño. El peruano se las apañó con todo para dar coherencia a la deslavazada salida de pelota de los celestes.

Brais marca la diferencia

Brais Méndez ha encontrado en la Real Sociedad el reconocimiento que durante muchos años le faltó en el Celta. Allí el mosense se siente valorado y sin la presión de verse continuamente bajo sospecha, su fútbol ha crecido de forma exponencial. Anoche dictó un curso en Balaídos, primero con gol estratosférico (recibiendo en tres cuartos de cancha, dejando atrás a su marcador con un movimiento sutil y descerrajando un tiro desde 30 metros que se coló pegado al palo); luego en el juego entre líneas y más tarde, con los cambios de Imanol, dirigiendo las operaciones de su equipo en la fase ofensiva. Casi todo el peligro generado por la Real Sociedad llevó su firma.

Aspas se hace invisible

Iago Aspas ha convertido durante años a la Real Sociedad en una de sus víctimas favoritas. Tras anotar consecutivamente en los dos anteriores compromisos ligueros, se confiaba en que el crack moañés mantuviese su línea ascendente de 2024 en un partido clave para dar un paso al frente hacia la salvación. Pero el moañés no apareció y el fantasma del descenso sigue al acecho.

Iago.se equivocó co la pelota y sin ella, no se llevó un solo duelo individual y estuvo inusitadamente impreciso en el pase. Larsen se dejó el pellejo para pelear cada balón y trató al menos de hacer daño, pero fue casi siempre neutralizado (solo se escapó en un mano a mano solventado con el pie por Remiro y luego anulado por fuera de juego) por la defensa txuri-urdin.

Tapia luce galones

Renato Tapia fue ayer de lo poco rescatable en el Celta. Con pie y medio fuera este verano y relegado luego a la suplencia el peruano, ha logrado convertirse en estos últimos meses en una pieza clave para el Celta, ya no solo por su despliegue sobre el terreno y capacidad para apagar fuegos, sino también en la construcción del juego, bien para dar, como anoche anoche, seguridad a la salida de la pelota, bien para armar el contragolpe. El Celta debe acelerar para cerrar su renovación.

Cambios agotados

Rafa Benítez agotó los cambios en busca de una reacción que no llegó y el Celta siquiera fue capaz de esbozar. Dio la alternativa el técnico a Douvikas, que apenas pudo contactar con el balón, otorgó una nueva oportunidad (perdida) a un Carles Pérez que sigue muy lejos de justificar su sueldo, y probó a Hugo Álvarez (una de las pocas buenas noticias del partido) como carrilero derecho. Salieron también Williot, que no desentonó, y Jailson, que dejó algún buen detalle (poco más) en su primera participación como medio centro.

Hugo Álvarez

La mejor noticia de la noche fue el aseado partido firmado por Hugo Álvarez en una posición, la de carrilero derecho, extraña para él. El canterano fue uno de los pocos que ue capaz de dar coherencia al juego con la pelota en el quiero y no puedo en que se acabó convirtiendo el encuentro.