Un punto de alivio para el centenario

El Celta suma otro empate ‘in extremis’ en Anoeta, como el curso pasado, tras una pésima primera mitad que Benítez arregló con una defensa de tres centrales

Mingueza se estrena como goleador céltico tras una jugada de Aidoo y de un Iago Aspas que de nuevo resultó clave para su equipo

El Celta podrá celebrar el miércoles su centenario con más tranquilidad después de que el gol de Óscar Mingueza en el tiempo de descuento en Anoeta evitase la segunda derrota consecutiva del equipo que entrena Rafa Benítez. Como ocurriera el curso pasado, los célticos sumaron un punto de alivio in extremis ante una Real Sociedad que, como entonces, fue mejor en la primera mitad pero flogeó tras el descanso ante el mayor ímpetu y las ideas más claras en ataque del rival.

El partido de ayer merece un profundo análisis por parte del equipo técnico del Celta, que no acertó con el planteamiento inicial, buscó soluciones sobre la marcha mientras la Real amenazaba con dejar sentenciado el partido en la primera mitad y logró que los jugadores celestes llevasen la iniciativa en el juego tras el intermedio, haciendo incluso méritos para llevarse los tres puntos. Como casi siempre, Iago Aspas fue el elemento diferencial para que el Celta de Rafa Benítez sumase el primer punto de la temporada. Ese empate, además, generará mayor ilusión en el nuevo proyecto céltico para afrontar la visita del Real Madrid a Balaídos el viernes que viene.

La derrota ante Osasuna (0-2) había suscitado muchas dudas en el Celta, al que ayer le esperaba otro rival complicado, que competirá en la Liga de Campeones. Benítez modificó la defensa incluso más de lo esperado: dejó en el banquillo a Aidoo para que debutase Carl Starfelt y le dio la alternativa a Manu Sánchez en detrimento de Cervi. Además, apostó por Luca de la Torre (y no por Miguel Rodríguez) para cubrir la baja del lesionado Carles Pérez. El resto del once celeste, era el mismo del estreno en Balaídos, con Beltrán y Sotelo como pivotes.

El plan quedó claro desde el primer minuto: defender en terreno propio para salir rápido en transición, aunque el primer remate fue del realista Carlos Fernández, que obligó a Iván Villar a desviar el balón a córner. Los célticos respondieron con una arrancada de Larsen que remató demasiado cruzado y con un lanzamiento al palo largo de Remiro desde la frontal por parte de Sotelo. El canterano ya suma dos remates contra la portería rival.

Tres remates a portería en los diez primeros minutos de partido, de los que dos salieron de las botas de los jugadores celestes. Fue un espejismo, porque a partir de ahí la Real se adueñó del balón y encontró un agujero enorme por el costado derecho de su ataque, como le ocurrió en la jornada anterior a Osasuna, para poner contra las cuerdas al rival. Manu Sánchez fue incapaz de frenar a un Take Kubo que en uno de los desbordes puso un centro con la derecha al segundo palo donde apareció Barrenetxea para rematar de cabeza y superar a Iván Villar después de que el balón tocase el palo derecho del guardameta de Aldán.

Veintiún minutos de juego y el Celta afrontaba otra dura prueba en su intento de adaptarse al nuevo sistema de Benítez. En el Reale Arena esperaban que la Real Sociedad sentenciase el partido antes del descanso para que al equipo de Imanol Alguacil no le pasase como ante el Girona en la jornada anterior.

Sin temple ni toque de los célticos para salir con el balón, el equipo donostiarra sometía al rival a un asedio que, sin embargo, no se concretaba en más ocasiones claras de gol, a pesar de los desajustes defensivos que mostraban los de Benítez. El entrenador madrileño aprovechó entonces el descanso para el refrigerio ante la elevada temperatura para modificar el dibujo. Beltrán se incrustó entre los dos centrales y el Celta solo concedió una ocasión clara de gol antes del descanso: el excéltico Brais Méndez lanzó a un palo su lanzamiento de rosca desde la frontal. El conjunto vigués llegaba con vida al intermedio, que Benítez aprovechó para sustituir a Sotelo por Aidoo.

Los tres centrales (Aidoo, Starfelt y Unai) reactivaron el juego del Celta, que aprovechó a los laterales como lanzas para controlar el juego y generar más ocasiones de gol. Bamba remató al cuerpo de Remiro en una ocasión clara, mientras Aspas peinó fuera un centro desde la izquierda de Manu Sánchez. El moañés se situó entre líneas y fue la referencia de sus compañeros para componer un fútbol más ofensivo. El moañés necesita jugar más cerca del área rival. Sufrirá y será insignificante cuando Benítez retrase al equipo hasta su campo.

El técnico madrileño manejó mejor el banquillo que su homólogo vasco y el Celta siguió buscando la portería de Remiro para festejar un gol que le diese al menos un empate para regresar a Vigo con mejores ánimos para festejar el centenario. Larsen lo tuvo cerca tras el rechace del portero vasco en el lanzamiento de una falta de Aspas.

Cervi y Dotor, con las piernas frescas, dieron más empuje al conjunto vigués por el lateral izquierdo y por el centro del campo. Aidoo incluso se sumó al ataque y buscó la portería rival con un lanzamiento con la izquierda que se marchó alto.

El zaguero ghanés, con dificultades en la circulación del balón en su campo, fue uno de los protagonistas del gol del empate cuando se jugaba el tercero de los siete minutos que el colegiado había añadido al tiempo reglamentario. El Celta sacó un córner al segundo palo. El balón le llegó a Aspas, que lo controló y lo cedió a Aidoo. El ghanés hizo un recorte y lanzó hacia el área. El balón tropezó en un rival antes de llegarle al pie derecho de Mingueza. El catalán, en posición de delantero centro, casi rompe la red antes de celebrar su primer gol como céltico. Un gran alivio para el Celta de Benítez a cuatro días de que el club celebre sus cien años.