Eduardo Coudet pretende que el celtismo muestre mañana toda su admiración y cariño a Iago Aspas en un momento complicado para la estrella del Celta, que no ha encontrado aún esta temporada el nivel de juego al que está acostumbrado.

El preparador argentino está convencido de que el problema del moañés es, ante todo, una cuestión anímica y ha aprovechado su comparecencia en la rueda de prensa previa al partido contra el Barcelona para pedir al celtismo un gesto de afecto hacia él.

“Es nuestro jugador franquicia, pero es un futbolista humilde y este es un buen partido para mostrarle una caricia”, ha reclamado Coudet, que no ve un problema físico ni técnico, sino de anímico en las dificultades que el astro céltico está teniendo este curso para ser determinante en los partidos.

“Sería un buen momento para mostrarle cariño. Lo de él pasa más por lo anímico que por lo técnico o lo físico. En el minuto 10 podría llegar una ovación. Me gustaría y seguramente le va a ayudar muchísimo. El estadio va a estar lleno y es el momento de hacerle un mimo”, ha pedido.

El técnico celeste ha coincidido con Iago Aspas en que al Celta le está matando su falta de efectividad, pero considera que el equipo tiene varios futbolistas más que capacitados para hacer goles, de los que el moañés es el más importante. “Nuestro problema, como él decía, se debe un poco a esta dinámica de rachas, pero estamos generando y tenemos buenos definidores. Esperemos que a Iago se le abra la portería”, ha manifestado.

La del moañés no será la única ovación de la tarde en Balaídos. Minutos antes del inicio del encuentro está previsto que la afición rinda el homenaje a Sergio Álvarez que la pandemia no permitió hasta la fecha.