Atado el colombiano Jeison Murillo, el Celta concentrará todo su músculo económico en la contratación del delantero del Sevilla Carlos Fernández, su otro gran objetivo para reforzarse en este mercado. La liberación de carga salarial con las últimas salidas de Pione Sisto y Gabriel Fernández ha concedido al club margen de maniobra para reactivar una operación que permanecía estancada por las altas pretensiones económicas del club hispalense y el interés de competidores de mayor pujanza económica y atractivo deportivo, como la Real Sociedad.

La necesidad de liquidez del Sevilla, uno de los clubes que más se ha gastado en este mercado, y las dificultades de la Real Sociedad para desprenderse del brasileño William José, cuya salida es imprescindible para que el equipo vasco pueda abordar la operación, han situado ahora a los celestes en cabeza de la carrera para hacerse con los servicios de Fernández, pues el Granada, que también pretende al futbolista, tan solo ha planteado la posibilidad de una cesión.

En este escenario más favorable, el Celta ha decidido lanzar una ofensiva para fichar a Fernández con una oferta formal por el traspaso del artillero.

Aunque el Sevilla, que inicialmente pedía 20 millones, ha rebajado sus exigencias, las diferencias son aún de cierta importancia, con lo que el club vigués está explorando la vía de adquirir un porcentaje de los derechos federativos del artillero.

No es, sin embargo, Carlos Fernández la única opción que maneja la dirección deportiva celeste. Como alternativas al sevillano, el Celta ha tanteado al delantero del Oporto Zé Luis y se ha puesto en contacto con el veterano Cristhian Stuani, del Girona, que tiene la posibilidad de rescindir su contrato con el equipo catalán si se le presenta una oferta de Primera División. En los últimos días, al cuadro celeste se le ha relacionado también desde Barcelona con el delantero madrileño del Espanyol Adrián Embarba.