Rubén Blanco vive un momento dulce, el mejor desde que con solo 17 años irrumpió en Pucela milagrosamente en la vida del primer equipo con una decisiva contribución a la salvación del Celta. Después de cuatro campañas marcadas por una sucesión de lesiones que ha lentificado su progresión, el de Mos ha encontrado por fin continuidad para zanjar el debate que inevitablemente ha acompañado a en estos año sobre la portería de Balaídos para convertirse en el guardameta que realmente necesita el Celta. Sus paradas reportan puntos. Más que eso: Rubén ha sido el futbolista más valioso del irregular inicio de curso del Celta y ello le ha permitido ingresar, a sus 24 años, en el selecto club de los porteros más fiables de La Liga.
Los números con concluyentes. El mosense es actualmente tercer mejor portero del campeonato en número de paradas tras Aitor Fernández, del Levante, y Rui Silva, del Granada y ocupa el cuarto puesto del escalafón en la clasificación del Trofeo Zamora después del colchonero Jan Oblak y el osasunista Rubén Martínez.
Aitor Fernández, el guardameta del Levante, y Rui Silva, del Granada, son los porteros que más intervienen en el campeonato. El granota ha realizado en estas primeras ocho jornadas de competición 34 intervenciones entre los palos, mientras que el nazarí suma 28, dos más que las que ha efectuado el portero del Celta, que contabiliza 26. Tras Rubén, se sitúan el bermellón Manuel Reina y el txuri urdin Miguel Ángel Moyá, con 24 cada uno, si bien el guardameta de la Real Sociedad ha disputado un partido menos que el del Mallorca.
El siguiente peldaño del ranking lo ocupa el bético Joel Robles, con 23 paradas en 7 partidos, una más que el danés del Valencia Jasper Cillessen y dos más que el blanquivioleta Jordi Masip, que suma 21 en 8 encuentros. El t op ten del escalafón de paradas lo cierran, con 18 intervenciones cada uno, el azulgrana Marc André Ter Stegen, y el rojillo Rubén Martínez.
El portero del Celta es también de los mejores del campeonato, el cuarto en concreto, en número de goles encajados. La lista la encabeza de nuevo el eslovaco Jan Oblak, favorito para reeditar el Trofeo Zamora por quinta temporada consecutiva. El guardameta del Atlético de Madrid ha recibido apenas 4 goles en las ocho primeras jornadas de Liga, casi la mitad de los que lleva el osasunista Rubén Martínez. El veterano cancerbero de Coristanco (A Coruña) contabiliza 7, mientras que el blanquivioleta Jordi Masip ha recibido 8. Rubén Blanco ocupa la cuarta plaza con 9 goles. Tras el mosense, un grupo de cuatro guardametas (el azulgrana Ter Stegen, el granota Aitor Fernández, el armero Dmtrovic y el nazarí Rui Silva) comparten el quinto puesto.
El cancerbero mosense mejora también considerablemente las prestaciones de la portería celeste en las ocho primeras jornadas del pasado curso, con Sergio Álvarez bajo el travesaño. En este segmento de competición, Rubén Blanco contabiliza tres goles menos de los que había recibido su homólogo catoirense.
Otro dato relevante es que Rubén Blanco ha conseguido dejar su portería a cero en tres encuentros (Valencia, Atlético de Madrid y Athletic Club), mientras que, a estas alturas de campeonato, Sergio solo había logrado sumar un partido, (frente al Atlético de Madrid en Balaídos) sin recibir gol.
El rendimiento de Rubén ha crecido también de forma notable con respecto a temporadas anteriores. Basta con echar un vistazo al su coeficiente de acierto para apreciar esta mejoría. Así, en el curso 2015-16, el primero del mosense con ficha en la primera plantilla, Rubén presentó un factor de efectividad de 1,5 goles encajados por encuentro. Este coeficiente de acierto descendió a 1,36 en la temporada 2016-17 y volvió a subir hasta 1,40 en el ejercicio 2017-18. Esta temporada ha descendido hasta su cota más baja: 1,12.
La ausencia de lesiones de gravedad -a pesar del susto que supuso esguince en el ligamento lateral de la rodilla derecha sufrido durante la pretemporada- y la confianza ilimitada que le han otorgado los últimos dos técnicos (primero Miguel Cardoso y posteriormente Fran Escribá) ha proporcionado a Rubén Blanco la confianza que precisaba para consolidarse en la portería del Celta. Este respaldo le ha permitido defender el portal celeste durante 33 encuentros (25 el pasado curso y 8 en la presente campaña) consecutivos. Su anterior periodo más largo como titular sin que mediasen lesiones o sanciones fue hace dos temporadas con Juan Carlos Unzué, que lo designó como portero titular tras alternarse el curso precedente en la portería con Sergio con Eduardo Berizzo. Con Unzué, Rubén llegó a disputar 22 partidos consecutivos como titular.
