El Celta se ha movido en las últimas temporadas en la franja de los sesenta goles en contra, dilapidando con ello los excelentes números de goleadores como Iago Aspas y Maxi Gómez. Reducir esa sangría fue una de las mayores preocupaciones del club y de técnicos como Unzué o Mohamed. La solución parece haberla encontrado Fran Escribá, con quien el Celta ha alcanzado la imbatibilidad por tercera jornada tras las ocho disputadas hasta el momento. Eso supone un 37,5 por ciento de efectividad defensiva para los célticos, que se han situado como el sexto equipo con menos goles encajados. Con las inversiones realizadas por el club -Araújo y Aidoo costaron 7 y 8 millones de euros, respectivamente-, el Celta perfecciona el arte de guardar las llaves de su portería, que defiende un Rubén Blanco que se ha erigido en uno de los baluartes del conjunto celeste en este arranque de campeonato.
Los de Escribá han mostrado su mayor fortaleza defensiva en estas primeras jornadas contra rivales de postín: Atlético de Madrid, Valencia -ambos disputan la Liga de Campeones- y un Athletic Club que se presentaba en Vigo con un Raúl García en racha goleadora, pues sumaba 4 goles en siete jornadas, y el siempre incisivo Iñaki Williams, con el veterano Aritz Aduriz en la recámara. Sin embargo, Rubén Blanco pudo disfrutar de una tarde plácida, pues apenas llegaron a sus dominios los jugadores que entrena Gaizka Garitano. De los seis remates realizados por el conjunto rojiblanco, solamente en dos tuvo que intervenir el guardameta de Mos.
La fortaleza defensiva del Celta partió el domingo ante el Athletic del trabajo colectivo, desde Santi Mina y Aspas, pasando por un centro del campo en el que brilló Okay Yokuslu sobre el resto, hasta la notable labor de los zagueros, especialmente Aidoo y Araújo. Ese esfuerzo anuló la capacidad rematadora de los Raúl García, Williams o Muniain.
Así, el Celta se marchó a casa con los mismos 9 goles en contra de la jornada anterior. Ese registro sitúa a los de Escribá entre los mejores de LaLiga. La lista la encabezan el Athletic Club y el Atlético de Madrid, ambos con 4 goles en contra. Le siguen Osasuna, con 7, mientras que Real Madrid y Valladolid han encajado 8. La media de goles recibidos por el Celta en las ocho primeras jornadas se sitúa en 1,12 tantos por partido.
Los tres compromisos blindando la portería de Rubén Blanco suponen un buen registro con respecto a las siete temporadas anteriores, desde el último ascenso a Primera del cuadro vigués. En ese periodo, el equipo que entonces dirigía Eduardo Berizzo logró en diez jornadas mantener la portería a cero durante las temporadas 2014-15 y 2015-16. Le sigue en esta lista la plantilla de Luis Enrique Martínez, que estuvo nueve partidos sin encajar. A continuación aparece el del curso pasado, con Mohamed, Cardoso y Escribá, que impidió que le marcasen en ocho ocasiones. Los equipos de Unzué y del último año de Berizzo en Vigo estuvieron siete encuentros imbatidos. El peor registro corresponde al año del retorno a la máxima categoría, con Herrera y Abel Resino, que solo lograron mantener en seis ocasiones la portería a cero. Aquel equipo se salvó del descenso en la última jornada.
Si mantuviesen los actuales buenos resultados defensivos, los célticos finalizarían la presente temporada cumpliendo el objetivo de no superar los sesenta goles encajados, que sí rebasaron el pasado curso (62) y hace tres años (69), mientras que en el de 2017-18 se quedaron en el límite (60) de lo que el club ha intentado poner freno.
Los números de Escribá serían más positivos sin el duelo con el Granada, en el que el Celta encajó dos goles tras las expulsiones de Sáenz y de Beltrán antes de la media hora de juego. En los restantes sesenta minutos, los celestes sufrieron para no recibir muchos golpes en inferioridad numérica. Con once, se blindaron ante Athletic, Atlético y Valencia.
