El Celta rechazó una mareante oferta del West Ham United de casi 55 millones de euros por Maxi Gómez. El club londinense proponía hacer efectiva esta cantidad en tres plazos y evitar de este modo tener que depositar en LaLiga en un solo pago los 50 millones estipulados en la cláusula de rescisión del delantero uruguayo. La firme negativa del Celta, que rechazó en redondo la pretensión del West Ham de fraccionar el pago, impidió que el cuadro londinense dinamitase el acuerdo entre el equipo celeste y el Valencia para el intercambio del delantero uruguayo por Santi Mina, además de 14,5 millones (más 1,5 en variables) y la cesión por dos temporadas (con opción de compra al cabo de la segunda) del defensa central tinerfeño Jorge Sáenz.

La aceptación de la última oferta del West Ham habría dificultado considerablemente el retorno de Mina -lo que da una idea del gran interés del Celta por recuperar al canterano-, pero también habría elevado considerablemente la cantidad que el conjunto celeste habría tenido que pagar a Defensor Sporting (que tenía el 20 por ciento de la plusvalía de la venta) y que se habría ahorrado (según la doctrina establecida por el caso Keita) de haber sido el West Ham el que depositase, en nombre del jugador, el importe de la cláusula de Maxi en LaLiga.

Durante la jornada de ayer se conoció el valor contable que el Celta y el Valencia han hecho de la operación. La venta de Maxi se ha fijado en 30 millones y la compra de Mina en 15, lo que convierte al delantero vigués (junto a Catanha) en el fichaje más caro de la historia del club celeste y a Maxi en su mayor venta. Ambos fichajes, así como la cesión al Celta de Jorge Sáenz, se han formalizado como operaciones independientes. El Valencia hará efectivos los 30 millones del fichaje de Maxi en cuatro plazos anuales pagaderos en el mes de julio, empezando por este año. Tanto el Celta como el Valencia conservan, respectivamente, el 20 por ciento de la plusvalía de una futura venta de Maxi y de Santi Mina.

El valor contable asignado al traspaso de Maxi ha causado malestar en Defensor Sporting, que tenía el 20 por ciento de la plusvalía de la operación y se llevará unos 5 millones de euros. El presidente del club charrúa, Ney Castillo, acusó al Celta de "estar fuera de plazo para comunicar la cuantía de la operación" y de "desplomar a propósito el precio de Maxi con la intención de evitar pagar lo que realmente corresponde", según recoge el portal Ecos Uruguay. Defensor, que pasa por dificultades económicas, no presentará ninguna reclamación legal contra el Celta.