Los informativos subrayaban ayer la gesta protagonizada el domingo por el Mallorca de encadenar dos ascensos consecutivos para convertirse de nuevo en equipo de Primera División. Lo logrado por el técnico Vicente Moreno con el conjunto bermellón tiene precedentes en otros clubes. Y una de esas gestas la protagonizó Milorad Pavic con el Celta al comienzo de la década de los ochenta. El equipo vigués contrató al entrenador balcánico para que lo sacase del pozo de Segunda División B al que había caído unos meses antes.
Con Pavic, el Celta solo tardó un año en abandonar la categoría de bronce y al siguiente se plantó de nuevo en Primera División.Dos años para realizar un trayecto que a otros clubes les cuesta décadas o quizás les resulta inalcanzable. Los célticos, como el domingo el Mallorca ante el Deportivo, lo lograron en la primavera de 1982, semanas antes de que Balaídos se conviertiese en sede del Mundial.
Según los datos aportados por Pedro Martín, el primer ascenso en dos años de Segunda B a Primera lo protagonizó la Agrupación Deportiva Almería en 1979, con Enrique Alés y José María Maguregui en el banquillo del conjunto andaluz. Tres años después se produciría la gesta del Celta de Pavic. El Albacete lo consiguión con Benito Floro en 1991. Lillo llevaría al Salamanca a la máxima categoría desde la categoría de bronce en 1995. El Málaga, en 1999; el Granada de Fabri, en 2011; el Eibar de Garitano, en 2014; y ahora el Mallorca de Moreno siguen el ejemplo de Almería y Celta de la segunda mitad del siglo pasado. El Mallorca tuvo que superar el 2-0 en contra que el Deportivo había conseguido en Riazor en el partido de ida. Marcó el tercero en la recta final. Son Moix lo celebró con la invasión del campo.
