Menor posesión de balón equivale a mejores resultados. Esta fórmula se ha repetido con asiduidad para el Celta en estas primeras diez jornadas de campeonato bajo el mando de Antonio Mohamed. El cuadro celeste cuenta por victorias tres de los cinco compromisos ligueros en los que no ha ganado la tenencia de la pelota a su adversario y no ha ganado un solo partido cuando ha tenido mayor porcentaje de balón que sus rivales.
En dos de sus tres triunfos, el logrado frente al Levante en el Ciutat de Valencia (1-2) y el obtenido el pasado sábado contra el Eibar en Balaídos, los celestes se llevaron los tres puntos tras ceder claramente la pelota al rival, que la tuvo en poder el 60 por ciento del tiempo efectivo de juego en caso del conjunto armero y en el 55 por ciento en el del cuadro valenciano. Frente al Atlético de Madrid, en la tercera jornada en Balaídos, celestes y colchoneros se repartieron a partes iguales el balón (la posesión fue del 50 por ciento para cada uno), con el matiz de que el Celta se vio beneficiado en este encuentro por la expulsión de Dragan Savic y esta circunstancia obligó al Atlético a jugar más de 20 minutos en inferioridad numérica, favoreciendo la tenencia de pelota de los celestes.
En los tres encuentros ganados hasta la fecha (Levante, Atlético de Madrid y Eibar), el Celta anotó tres goles y solo encajó uno, de penalti, frente a los granotas. Y en los dos partidos en que han logrado mantener su portería a cero, frente a colchoneros y armeros, los celestes no dominaron el balón. El equipo vigués empató la posesión frente a los de Diego Simeone (2-0) y la perdió claramente frente al Eibar, que llevó la iniciativa del juego, pero fue goleado al contragolpe (4-0) gracias a la estelar actuación de Iago Aspas, autor de un triplete que Brais Méndez redondeó con un cuarto gol.
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Pero no siempre que el Celta ha perdido la posesión ha derrotado a su adversario. Contra el Valladolid, por ejemplo, el equipo de Antonio Mohamed tuvo la pelota el 47 por ciento del tiempo por el 53 por ciento del conjunto pucelano, que remontó en dos ocasiones una desventaja de dos tantos para acabar empatando el partido en el descuento (3-3). En la primera jornada, el Espanyol ganó también en este apartado a los celestes (48 frente a 52 por ciento), aunque en este caso fue el Celta el que remontó el gol inicial de Mario Hermoso beneficiado por un tanto en propia meta de David López.
Peor le fueron al cuadro celeste las cosas en el Ramón Sánchez Pizjuán. Esta vez el Sevilla se llevó el triunfo (2-1) con mayor porcentaje de pelota que los célticos (52 por 48 por ciento).
No ocurrió así en Montilivi, cuando el Celta encajó su primera derrota del curso (3-2) en la tercera jornada ante el Girona. Contra los de Eusebio Sacristán, el equipo de Mohamed concluyó el choque con un 66 por ciento de posesión, el mayor en lo que va de curso.
Tampoco bastó al Celta el 61 por ciento de tenencia de pelota para puntuar en Balaídos con el Alavés, el único equipo al que el cuadro de Mohamed no ha logrado marcarle esta temporada y que se llevó la victoria en Balaídos con un solitario gol de Tomás Pina.
Frente al Valencia, en Mestalla, el equipo vigués tuvo la pelota el 63 por ciento del tiempo en un encuentro en el que el rival, que se adelantó pronto con un gol del belga Michy Batshuayi, le cedió la iniciativa. Aspas certificó el empate a ocho minutos del final.
Contra al Getafe, en Balaídos, el Celta acaparó el balón el 53 por ciento del tiempo seguramente en el partido que el equipo de Mohamed ha ofrecido peores sensaciones esta temporada. En este caso fue Jaime Mata el que remontó en el segundo tiempo el gol de Maxi Gómez en el primero (1-1).
